El uso de un fármaco a base de arroz transgénico en un experimento médico con 140 bebés, realizado por autoridades peruanas en conjunto con un laboratorio estadounidense, ha desatado una polémica entre responsables sanitarios y grupos de la sociedad civil.

La droga, producida por el laboratorio Ventria Bioscience, la aplicaron autoridades de la salud a bebés que tenían entre 3 y 36 meses de edad, tratados  por diarrea aguda en dos hospitales públicos para familias pobres, durante el 2005  y fines de abril del 2006.

“La vida de esos niños está en riesgo. Pueden contraer enfermedades como  artritis, alzheimer, reacciones alérgicas y problemas inmunológicos”, indicó a la AFP Herberth Cuba, vocero de la Asociación Médica Peruana.

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“En Perú está prohibido hacer manipulaciones y ensayos genéticos por ley”, dijo el médico, quien pidió a las autoridades identificar a los bebés.
“Es un experimento muy peligroso en niños. El fármaco no reúne las condiciones para ser considerado una  prueba exitosa y demostrar que no hace daño”, acotó Cuba.

El fármaco en cuestión es una sal de rehidratación oral que contiene dos proteínas (lactoferrina y lisozima) obtenidas de un arroz modificado por  biotecnología.

Eduardo Falconí, del oficial Instituto Nacional del Niño, precisó que las dos proteínas del fármaco de Ventria tienen características similares a la leche materna. Las autoridades sanitarias defienden el uso del producto y refieren que se  utilizó con el consentimiento de los padres.