Por favor, no me pongan el 9 en letras al corregir el título. Es que los viejos fanáticos de los tiempos de los antiguos estadios Guayaquil y Capwell pueden creer que se trata de un equipo distinto al añejo ‘9′, aquel de la campaña deslumbrante de 1940 o el de “los negritos”, como apodaron al que armaron en los años 50 Manuel Adolfo Varas Sáenz y Roberto Calderón Usubillaga con algunos jugadores traídos de Esmeraldas.