Lo que era un equipo con dudas se convirtió en pura alegría, las caras de frustración de hace unos días tornaron en excitación. Leverkusen es hoy otra ciudad, el Bayer otro equipo, todo gracias a la llegada de Xabi Alonso al banquillo, un líder fuera del campo como lo era dentro. El nuevo técnico cambió todo en apenas 48 horas.