Hernán Galíndez, uno de los guardametas convocados para el partido amistoso que sostendrá la selección de Ecuador ante Bolivia, el 29 de marzo, se refirió a la presencia de Damián Díaz dentro de la nómina de Gustavo Alfaro para este compromiso.

Desde su primer llamado para integrar un microciclo, el nombre de Díaz es uno de los más comentados por la prensa y aficionados del fútbol y de la Selección; unos aprueban su llamado, otros no tanto.

Ahora fue el turno del portero de Universidad Católica, quien conoce a Díaz “desde los 14 o 15 años”, cuando ambos compartieron en las categorías inferiores de Rosario Central.

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Galíndez, oriundo de la provincia de Rosario como Díaz, sostiene que el Kitu “es muy respetado deportivamente en Ecuador”, pero que dentro de la Selección no es el ‘10′ de Barcelona.

“(Díaz) llegó con mucha humildad a pesar de todo lo que ha logrado, no con aires de grandeza, como mucha gente lo podía suponer. Entendió que acá (en la Selección) no es el ‘10′ de Barcelona, es el Kitu Díaz que viene a ganarse un puesto”, sostuvo el golero camarata durante una entrevista con Ecuagol.

“Aquí no hay jugadores de Barcelona, Emelec, Liga o Católica, todos somos ecuatorianos y tratamos de que le vaya bien a la Selección. Si alguien entra queriendo ser algo más porque en su equipo ganó algo o tiene muchos partidos, no sirve. Acá se respeta a los capitanes y a los de mayor experiencia”, agregó el portero de 33 años.

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Galíndez también mencionó que “aunque hay dos que no hemos nacido en este país, venimos a sumar”. Y finalmente, para el guardameta “sería un sueño” clasificar a Catar-2022 y ser parte de la nómina que vaya a la Copa del Mundo.

Jordy Alcívar (i), Damián Díaz, Moisés Corozo y Fernando León durante una práctica en la Casa de la Selección. Foto: Cortesía

“Sueño con estar en esa plantilla que clasifique al Mundial, estar en ese partido. No se puede explicar con palabras lo que llegaría a sentir, y todos mis compañeros por supuesto. Me pongo a pensar en ese momento y se me pone la piel de gallina, me dan ganas de llorar. ¿Qué más puede pedir un jugador? No hay nada más alto deportivamente hablando”, concluyó. (D)