Ocho años lleva el Real Madrid sin ganar una Copa del Rey. La última fue, precisamente, con el italiano Carlo Ancelotti en el banquillo y aquella galopada del galés Gareth Bale por la banda del estadio Mestalla. Desde entonces, solo una semifinal, perdida en 2020 contra el FC Barcelona, y decepciones contra equipos grandes y pequeños en una competición que tiene cruzada.

El último capítulo en San Mamés ante un Athletic Club que engrandece la competición, solo superado en títulos por el FC Barcelona. Superado el Real Madrid por el rival, especialmente desde el apartado físico, y por un entorno mágico, que vivió desde cuatro horas antes del partido un ambiente de día grande por las calles de Bilbao a pesar de ser laborable.

“Esto no es la Liga, hoy es especial”, dijo a Efe un abonado del Athletic desde hace más de 20 años mientras esperaba para alentar a los suyos en la llegada en autobús; menos suerte tuvo el Real Madrid en su desplazamiento, ya que le tiraron botellas y diversos objetos que terminaron con una luna de su autobús rota.

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El ambiente de partido serio, a pesar de la limitación al 75% de aforo por la pandemia del coronavirus, era de esperar. Lejos quedó esa ovación al francés Karim Benzema en Liga por parte de la afición rojiblanca; ellos no le añoraron, pero el Real Madrid sí.

“Nos costó mucho en la salida de balón desde atrás”, dijo Ancelotti en rueda de prensa como explicación a que su equipo se vio superado desde el primer minuto de partido. El Athletic Club le dominó, sometió y no le ganó de forma más holgada por su falta de gol; acabando con las “ilusiones” que tenía puestas el Real Madrid en la Copa del Rey.

Esperanzas que ya estuvieron a punto de esfumarse hace dos semanas en Elche, cuando una remontada épica en la prórroga, con uno menos, metió en cuartos a los blancos. Y en octavos, frente al Alcoyano, sufrió hasta el minuto 76 para pasar de eliminatoria.

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Un rival contra el que reaparecieron por minutos los fantasmas de la temporada anterior, cuando la prórroga no favoreció al Real Madrid y volvió a ser eliminado por un equipo de Segunda B.

Esta fue la última participación del francés Zinedine Zidane en Copa del Rey, el único trofeo que se le resistió como técnico blanco. Un palmarés envidiable que se cerró sin acercarse al título ya que en 2020 cayó en el Santiago Bernabéu frente a la Real Sociedad en cuartos de final.

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El año anterior, el Real Madrid, con el argentino Santiago Solari en el banquillo, llegó a las instancias más lejanas de los últimos siete años. Unas semifinales contra el FC Barcelona a doble partido que, junto a la derrota frente al Ajax en la Liga de Campeones, acabó con el periplo de Solari al frente del equipo.

Y fue precisamente la Copa del Rey la que comenzó a cavar el final de la primera etapa de Zidane en el Real Madrid. Ni la consecución de la tercera Liga de Campeones de forma consecutiva -ningún equipo ha ganado dos desde que dejó de ser Copa de Europa- pudo con las sensaciones de ZZ tras ser eliminado en cuartos contra el Leganés, que remontó el 0-1 de la ida en todo un Santiago Bernabéu.

Misma instancia en la que cayó el año anterior. También a doble partido, pero contra el Celta de Vigo en una eliminatoria que se le puso en contra con un 2-3 en casa. Ganó el Real Madrid 1-2 en Balaídos y Sergio Ramos rozó otra heroica, pero no pudo ser.

Aunque fue la Copa del Rey la que, curiosamente, empezó a brindarle la oportunidad de hacerse con el primer equipo. En la 2015-2016, el por entonces conjunto dirigido por Rafa Benítez concurrió en alineación indebida frente al Cádiz al alinear al ruso Denís Chéryshev cuando arrastraba una sanción, provocando la eliminación a posteriori.

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Y la última experiencia de Ancelotti en Copa con el Real Madrid databa del 15 de enero de 2015. Fue el comienzo de la caída de un equipo que llegaba tras ganar el doblete de Champions y Copa y con 22 victorias consecutivas en su haber.

Eliminación en octavos de final contra el Atlético de Madrid y el italiano dijo unas palabras en sala de prensa que, en el mensaje, se asemejan a las de ayer jueves en Bilbao. “Tenemos tres semanas para preparar bien la Champions y seguramente esto es bueno para el equipo”, dijo aquel día.

“No creo que esta derrota tenga consecuencias; lo único que puede pasar es hacernos más fuertes”, valoró tras caer 1-0 en Bilbao.

Aunque la realidad es que al Real Madrid se le vuelve a alejar el triplete y la posibilidad de volver a unas semifinales de Copa que solo ha pisado una vez en los últimos siete años. En el mismo periodo, alcanzó cinco semifinales de Champions a pesar de la, en teoría, mayor dificultad que supone esta competición. (D)