Al menos Fabián Bustos presentó su dimisión como entrenador de Barcelona SC en persona, en el lugar de los hechos, viendo a la cara a sus dirigentes. La marcha del argentino es una de las varias repercusiones negativas que tuvo para los canarios la derrota 3-1 en el Clásico del Astillero, jugado la noche del sábado pasado en el estadio Banco Pichincha -otra amarga repercusión para los barcelonistas fue la pérdida de toda opción de ganar la primera etapa de la Liga Pro 2023, fase que es propiedad de Independiente del Valle-.

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Un par de debacles consecutivas en el torneo (una fecha antes los toreros fueron castigados 4-1 en Quito, por el El Nacional), siete goles recibidos en los dos últimos compromisos del certamen doméstico, mal juego permanente, la insistencia en asumir planteamientos de equipo chico ordenados por Bustos cuando Barcelona SC jugaba visita -tanto en el país como en la Copa Libertadores-, y como gota que derramó el vaso caer ante el tradicional rival, que tenía nueve presentaciones al hilo sin ganar, dejaron sin piso al DT.

‘No sé de dónde sacan que me voy a ir, no me iré. Me dicen mercenario, sinvergüenza y que esta es la peor campaña en la historia de Emelec’, señala Miguel Rondelli, sobre su situación con los azules

En sus redes sociales la directiva que encabeza Carlos Alfaro Moreno difundió esto el domingo: “Barcelona informa que el entrenador Fabián Bustos presentó su renuncia al cargo de entrenador del primer equipo, la cual fue aceptada”.

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La goleada del 2006

Al del domingo anterior tal vez se los recuerde como el Clásico de la Renuncia, segunda parte. El 12 de febrero del 2006 Emelec doblegó por 3-0 a Barcelona SC en el Monumental y el efecto inmediato de esa paliza fue la partida apresurada de Isidro Romero Carbo, presidente amarillo, y también del adiestrador de la escuadra, el colombiano Juan José Peláez. En el caso del primero de estos personajes, a diferencia de Bustos, Romero se desvinculó de su cargo a larga distancia. Ocurrió 24 horas después de que un doblete de Luis MIguel Escalada y un tanto de Marcos Mondaini mandaron a pique su proyecto dirigencial de “renovación”.

El martes 14 de febrero EL UNIVERSO público sobre el desenfrenado adiós del directivo torero: “Renunció de la misma manera en que condujo a Barcelona desde el 20 de enero del 2005, cuando asumió la presidencia del club amarillo: desde España. Isidro Romero dejó de ser titular torero desde ayer. En una misiva enviada desde Madrid reconoció, después de un año y 24 días en funciones, que sus ‘obligaciones empresariales dentro y fuera del país y mi vida actual no me lo permiten (presidir a Barcelona)’ El directorio eligió anoche al economista Galo Roggiero como nuevo presidente”.

EL UNIVERSO, 14 de febrero del 2006. Isidro Romero renuncia tras derrota ante Emelec. Foto: EFE

¿Para qué se postuló si no tenía tiempo para Barcelona SC? En aquellos días se filtró la versión no comprobada de ‘maniobras’, previas a las elecciones, para descalificar a la candidatura de José Vicente Viteri y conseguir que Romero compitiera en solitario en los comicios.

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A raíz del 3-0 eléctrico, producido bajo un fortísimo aguacero, Romero envió desde España, vía fax, una carta de dos páginas al directorio en la agregó como causas de su renuncia que la hinchada de Barcelona SC en aquel 2006 le “exigió resultados inmediatos”. Ante aquello Romero lamento “no tener el apoyo de la verdadera afición”.

Fin de la ‘Isidrocracia’

El 19 de febrero del 2006 este Diario hizo un análisis del breve e improductivo mandato de Romero, cuya renuncia luego del Clásico del Astillero dio inicio a una desbandada de miembros de su directorio. Bajo el título de ‘El fin de la Isidrocracia’ escribió Emilio José Carrión: “Romero Carbo se fue sin venir, sin siquiera estar. Lo hizo igual que cuando anunció por vez primera su largamente esperado regreso: a través del teléfono, a 9.022 kilómetros de distancia de Guayaquil. Casi siempre fue así. Y es que la mayor parte del año y 24 días que duró –del 20 de enero del 2005 al 13 de febrero del 2006–, la ‘Isidrocracia’ amarilla tuvo su sede en Madrid, así como al celular como imprescindible instrumento de gobierno”.

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EL UNIVERSO del 19 de febrero del 2006. Análisis del breve periodo de Isidro Romero. Foto: Archivo

“Desde el otro lado del océano Atlántico, en España, y a siete horas de diferencia, el ahora expresidente canario ejercía su dignidad al mismo tiempo que se ocupaba de sus propios negocios en Europa.Y, no obstante que a las 19h00 de Ecuador –a la que siempre se citaba para las reuniones del directorio–, en Madrid eran ya las 01;00 del día siguiente, Isidro Romero era el único que tomaba las decisiones en Barcelona, aun cuando en más de una ocasión tuvo que hacerlo mucho después del alba”, se añadió.

“Fue un régimen presidencialista como todos los de este tipo en el país”, admitió en el 2006 Galo Roggiero, sobre el principal protagonista del Clásico de la Renuncia, primera parte. (D)