La banda que cerró el domingo 30 de junio en Funka Fest fue El General Villamil, que en su canción final Calicut tuvo un espacio de improvisación para romper la barrera entre músico y público.

Los integrantes del grupo local, cuyo nombre es un tributo al prócer que conquistó el archipiélago de Galápagos en 1832, estuvo por primera vez en la cita  y promocionó su reciente producción denominada Daga. Con el entusiasmo de los asistentes que coreaban cada canción hicieron un repaso de temas como No Mata, Baba, Un Arma, Mi Luz, Piscina, Pupilas, entre otros.

“Es bacán estar en el evento más emblemático de la ciudad”, destacó David Rojas, guitarrista y vocalista de El General Villamil, grupo cuyas melodías tienen sonidos psicodélicos y de rock and roll.

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Maria Cuesta, de 26 años, estuvo entre los espectadores. “Es increíble buen sonido de la banda. Todo superpuntual. Funka es el festejo más grande de Guayaquil para promover el arte, debería extenderse más horas”, señaló.

Al término del concierto de El General Villamil los visitantes hicieron filas para ver la última función del Colectivo Viridiana, Ligeros de Equipaje y Crónica de Retirada. El elenco, que estuvo por primera vez en el país, es dirigido por Jesus Arbués.

El trabajo muestra la trama en la que un abuelo le narra al nieto su recuerdo de la retirada del exilio español, que se dio en 1938. El guion está basado en historias reales y fue escrito por Arbués, es una sucesión que permite jugar con el pasado y presente.

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“Es un público muy joven que asiste. Hay que seguir trabajando hay que seguir trabajando en traer a la gente joven al teatro pero hay que hacerlo bien. Tenemos que ser capaces de hacer que sientan la emoción del teatro”, comentó.

La sala se llenó, entre los que observaron el drama estuvo Juan Carlos Castañeda, un mexicano que está visitando el país. “Ha sido un festival variado, me han gustado mucho las presentaciones, que sea hasta más tarde el domingo sería bueno”, indicó.

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“El evento es muy bueno, la obra me tuvo muy concentrado, es profunda, histórica, un buen trabajo. Ellos transmiten. Siento que al venir hice una buena inversión”, dijo Isaac O'Besso, guayaquileño de 21 años.

Emprendedores

El segundo día de Funka Fest también hubo emprendedores. Una de las marcas fue Jipijipi , iniciativa de elaboración de ukeleles que nació a raíz del terremoto de abril del 2016. En el estand, Cinthya Baratau, cofundadora, contó que el primer día le dieron a la producción del evento un ukelele personalizado para Fito Paéz con una caricatura tipo realista pintada con pincel en técnica de acrílicos.

El guayaquileño Gustavo González dijo que  "el Funka Fest es una de las pocas ofertas que tiene Guayaquil donde podemos reunirnos y disfrutar de gastronomía, artes visuales, y musicales, cada año es mejor, que la gente se atraiga más por eventos como este porque hay pocos en Guayaquil".

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"Vienen artistas que son emergentes de distintos países, no es un festival cualquier,  disfrutas de música frente al río Guayas, en el mejor lugar de Guayaquil", añadió. (E)