La pandemia llegó sin contemplaciones y las consecuencias siguen siendo severas para el área de entretenimiento de Guayaquil. Y esta vez recayó sobre La Paleta, ubicada en el barrio Las Peñas. Exactamente el 30 de diciembre del 2020 entregaron las llaves del local. Sin embargo, la decisión del cierre junto con el equipo fue tomada a finales de noviembre del año pasado.

Por el momento el cierre es definitivo. Así lo afirma Gilby de la Paz, una de las propietarias del espacio. “No sabemos qué va a pasar después, pero ahora mismo: sí, definitivo”, dice.

La Paleta fue escenario de encuentros para el amor y desamor, de la celebración o de ese momento para olvidarse de los problemas. Así como anfitriona de varios personajes nacionales e internacionales.

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Escenario de encuentros

Como uno de los momentos icónicos, De la Paz rememora la visita del grupo musical español A Dos Velas. “Cada vez que venía a Guayaquil iba a visitarnos (el grupo)”, cuenta.

El cantante uruguayo Jorge Drexler durante su estancia en La Paleta. Foto: Cortesía.

A los españoles se suman el cantante uruguayo Jorge Drexler, los músicos de Miguel Bosé, el actor Jack Gleeson, quien dio vida a Joffrey Baratheon en la serie Juego de tronos.

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El actor Jack Gleeson (i), quien dio vida a Joffrey Baratheon en la serie Juego de tronos, en La Paleta. Foto: Cortesía.

Reacciones por cierre

En cuanto a los nacionales, la lista es larga, y algunos de ellos cuentan su experiencia en La Paleta y al mismo tiempo lamentan que un espacio tan icónico cierre sus puertas.

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Como emblemática describe la actriz Martha Ontaneda a La Paleta, que además fue auspiciante de su grupo de teatro, apoyo con el que contaron al inicio con Maura Molina, fundadora del espacio; luego continuaron sus hijas Gilby y Misha Valls con el aporte.

“Para mí y para nuestro grupo de teatro ha sido una tristeza inmensa, porque nosotros cada año que hacíamos una obra de teatro de julio nos auspiciaba La Paleta y nosotros íbamos invitados por ellos después de los estrenos a celebrar; esto le hablo desde el 2006 hasta el año pasado...”, dice la actriz.

"Nos tenían una mesa grande, un lugar lindo, divino y nos atendían como reyes, pedíamos, la sangría allí era maravillosa y pedíamos cosas de picar, era un lugar tan bonito, tan emblemático, tan guayaquileño, que lástima que por esta pandemia tantas cosas se han perdido", agrega.

El actor Alejandro Fajardo iba camino a un ensayo por Las Peñas y se encontró con un panorama fuera de lo normal. “Me chocó durísimo ver el espacio así como la foto; en ese momento tomé una foto (y publicó en su cuenta de Twitter)”, dice Fajardo.

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Grandes momentos acá para muchos ¡Maldita pandemia! -- #ChaoPaleta pic.twitter.com/CmGbdcZ7SO

“Se me hizo un nudo en el estómago porque en realidad siempre fue un sitio de encuentro para mucha gente, gente talentosísima que tuve la oportunidad de conocer ahí. Y más de allá de que sus dueñas eran personas espectaculares... Sí, creo que se pierde un lugar de encuentro muy importante para Guayaquil...”, acota el actor.

“Con mucha tristeza” toma este cierre Ramón Barranco, director artístico del Teatro Sánchez Aguilar. “Al igual que otros bares y restaurantes que conozco también que han cerrado, pero sin duda y algunos también emblemáticos como La Paleta en su especialidad. La Paleta era uno de esos bares que todo el mundo recomendaba a los foráneos...”, indica.

Barranco comenta que además tuvo la oportunidad de conocer a la madre de quienes fueron las actuales propietarias, a Maura. “Cuando yo llegué aquí todavía estaba la madre en la barra del bar, y bueno, eso fue hace 10 años...”, dice.

"Muy triste, muy triste, porque es de esos lugares emblemáticos y en mi caso viviendo a lado de él. Haces una relación personal, ya no solo con Gilby principalmente, también con los camareros hemos hecho algunas amistades que iban perdurar en el tiempo, eso es clarísimo... Para muchos era el mejor bar de Guayaquil...", agrega Barranco.

El sentimiento de tristeza por el cierre lo es también para el director de casting de Ecuavisa, Jaime Tamariz. “Todos los que disfrutamos allí conocemos el aporte que fue para Guayaquil. Un espacio mágico y ecléctico, donde todo parecía posible. Parada obligatoria de todo artista que pisaba la ciudad y quería conocer nuestro lado más ‘alternativo’”, dice.

“Su pérdida es de las cicatrices que dejará esta pandemia en el entretejido cultural de nuestra ciudad. Sin embargo, estoy seguro de que esa energía tan peculiar y bohemia no morirá por completo, y espero que después de un tiempo vuelva ese espíritu bohemio a recorrer las calles empedradas de Las Peñas”, añade.

Sorprendente pandemia

Como a todos, la pandemia las sorprendió con la emergencia sanitaria. Entre el 11 y 12 de marzo del 2020 fueron los últimos días que recibieron al público, luego de eso comenzó "ese presentimiento extraño". "Pensé que iba a ser largo, pero no tan largo...", dice De la Paz, quien agrega, que primero se asustaron todos por el pánico que se generó a raíz del coronavirus, y antepusieron la salud.

"Habían gastos sostenidos mensuales, como el seguro de los chicos, el alquiler y otros gastos más, proveedores, entonces lo seguí asumiendo, pero yo ya veía que ya no había mucho más que hacer y tampoco podíamos abrir...", comenta.

En ese sentido, señala que pensaron no arriesgar en la salud de sus colaboradores y de los clientes, así como también en los gastos que se generaban y no habían ingresos. "Fue la crisis, ya no di más, y ya tuve que tomar la decisión, a parte que ya tenía que pagar el alquiler completo de todos estos meses... Somos un negocio pequeñito, a pesar de la fama tan bonita que logramos generar éramos un negocio pequeño y familiar, entonces no aguantó...", explica.

El aforo antes de la pandemia era de 90 personas, sin embargo, debido a las nuevas reglas el número debía reducirse y como consecuencia los gastos no iban a ser compensados con esos ingresos.

Historia de La Paleta

Oficialmente todo comenzó el 17 de abril del 2003 en la casa número 180; luego del incendio, en enero del 2005, se pasaron a la casa número 174. Fue una idea de su mamá (Maura, quien falleció el 29 de diciembre del 2011), cuenta De la Paz. “Porque en realidad La Paleta es de las tres. La inició mi mamá y de ahí, bueno, yo que trabajé desde el comienzo con ella y mi hermana mayor (Misha)...”.

“Ella (su mamá) ya había tenido experiencia con otros lugares en Guayaquil hace años y decidió apostar poniendo una pequeña tasca ahí en el barrio de Las Peñas, que me vio crecer: nosotros vivíamos en Las Peñas en los 80... Entonces mi mami tenía mucha gente ahí muy querida y decidió hacer un huequito ahí e inició así sin ninguna expectativa, a ver qué pasaba y de ahí se fue corriendo la bola, porque justamente mi mami tenía clientes de la época cuando ella tenía hace años otras tascas... y fue muy bonito, porque no iban solamente los amigos de mi mami sino los hijos de los amigos...”, agrega.

Al inicio, en La Paleta trabajaron Gilby, su hermana Misha, su madre y amiga cercana a ellas, y a poco a poco, se sumaron más, hasta el final fueron 13 personas, entre las que se incluye a las propietarias.

Gilby (i), Maura y Misha. Foto: Cortesía.

El ambiente familiar con el que se inició La Paleta se mantuvo hasta sus últimos días de funcionamiento. “Entrar a ese lugar era como entrar a la casa de un buen amigo y eso fue un impulso, y nunca cambió de concepto, eso es lo más bonito, entonces se convirtió en una casa muy querida, más que un negocio. Igualmente con todo el equipo de La Paleta, todos los chicos, entre ellos, habían hermanos que trabajaban, estaban esposos...”, afirma.

A La Paleta la vestían para todas las noches, como una mujer. "Todas las noches vestíamos a La Paleta... Nunca dejamos de ir... Siempre recibíamos a los clientes, que muchos de ellos se convirtieron en amigo", apunta De la Paz.

Recibió el nombre de La Paleta por el pintor Roberto Saavedra. “Él un día pasó por ahí a ver cómo iba lo que su amiga Maura estaba haciendo, y entra... como ya había un bosquejo de pinturas, y él fue que le propuso a mi mamá el ponerle La Paleta, y a mi mami le encantó y se quedó con La Paleta, en donde se mezclan los colores”, dice De la Paz, quien agrega que el espacio fue pintado por Pedro Dávila.

Agradecimiento es lo que expresan a quienes pasaron por La Paleta y los mensajes recibidos. “La esencia de La Paleta es difícil poder expresarla con palabras, yo creo por eso la pena, primero en nosotros y luego se refleja eso en la gente que nos ha llenado de apoyo y de ánimo. Leyendo todo eso nos dimos cuenta de que realmente teníamos un lugar que no era simplemente un bar, no era algo banal como un bar, era un lugar superespecial...”, concluye De la Paz. (I)