La esperada secuela de la película estadounidense del mismo nombre estrenada en 2018 llenará de miedo y temor a todo el público ecuatoriano que la vea en las salas de cine. Esta entrega es el siguiente capítulo de la historia del universo de El conjuro, que este año celebra su décimo aniversario y que se proyecta como uno de los filmes más oscuros de la franquicia.

Protagonizada por Taissa Farmiga, Bonnie Aarons y Jonas Bloquet, quienes regresan una vez más en los papeles estelares de la hermana Irene, el demonio Valak (la monja), y Maurice, respectivamente, y con una duración de 110 minutos, esta cinta continúa cuatro años después de que en Francia se haya extendido un mal luego del asesinato de un sacerdote, y muestra cómo la hermana Irene sigue luchando contra la monja demoniaca.

Las nuevas caras que llegan a la pantalla son Storm Reid como la hermana Debra, Anna Popplewell en el papel de Kate, y Katelyn Rose Downey como Sophie. Michael Chaves dirigió la película, a partir del guion que Ian Goldberg, Richard Naing y Akela Cooper hicieron basándose en los personajes creados por James Wan & Gary Dauberman.

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Los últimos dos spin-offs de la saga: La maldición de la llorona, y El conjuro 3: el diablo me obligó a hacerlo, también fueron dirigidos por Chaves, quien cree firmemente que Valak (la monja) es uno de esos antagonistas icónicos del cine. “La ves en un póster y es como una ligera evocación a Drácula. Se parece un poco a Pennywise. Ves un poco de Nosferatu. Es tan atemporal y tiene un aspecto tan reconocible. Es uno de los íconos del cine de terror más fuertes y uno de los villanos del cine más fundamentales”, confiesa.

Wan reconoce que la razón por la que la hermana Irene emprende su viaje de regreso a Francia es porque vuelve por Maurice. “En la primera película pensaron haber dejado atrás el mal, y que habían derrotado a la monja demoniaca, Valak. Pero, entonces, se ve un pequeño indicio de que este mal puede haberse aferrado a Maurice, por eso que Irene regresa, se dé cuenta o no, por su amigo, y eso es lo que me encanta. Amo que estos dos personajes sean tan unidos, y que tengan una amistad tan fuerte. Es una amistad platónica en la que ella hará todo lo que pueda para intentar luchar de nuevo contra este mal, y enfrentarse a una prueba de fe”, manifiesta el cineasta australiano.

Sobre las locaciones

La monja 2 fue grabada completamente en el sur de Francia, región muy famosa por su queso de cabra, y atraviesa una zona de cabras salvajes, por lo que el reparto y equipo de filmación se divertían continuamente cada vez que veían alguna de las numerosas señales amarillas que advierten a los conductores de estos animales.

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Farmiga afirma que para ella fue muy especial poder grabar en el lugar exacto donde se desarrolla la historia, “en Aix-en-Provence, en Tarascón, Martigues y Marsella... fue definitivamente una experiencia fuera de este mundo. Obviamente, el ambiente es oscuro y embrujado, pero se yuxtapone con estos hermosos paisajes y el campo. Cuando es posible filmar en lugares reales y tangibles, hay una energía que a veces es difícil de recrear dentro de sets”, añade la actriz de 29 años.

Para Bloquet al hacer el rodaje en lugares muy antiguos e históricos resulta ser una oportunidad estupenda porque estos tienen mucha historia, “estoy seguro de que se podrá leer en la cámara y sentirlo. Sí hubo tomas filmadas dentro de un estudio, pero la mayoría fue en exteriores, porque parece más realista, auténtico y parecido a una aventura”, cuenta el actor belga.

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Las nuevas caras

Conocer a Debra fue algo feroz para Reid, la joven actriz de 20 años, quien considera su personaje como una chica fuerte, “ella es de Mississippi, un estado situado al sur de Estados Unidos. Se encuentra con la hermana Irene para vencer al demonio, y ha pasado por muchas cosas. Sus circunstancias familiares no han sido las más fáciles, su madre falleció, su padre la echó de casa y por esto que tiene una fuerza que la gente no espera. Admiro mucho sus cualidades y creo que es un personaje genial”, comenta.

Según Popplewell, a menudo en películas de terror, las mujeres hacen el papel de damiselas en apuros, pero en La monja 2, este no es el caso. “Hay un diálogo que dice ‘las monjas hacen todo el trabajo, los curas se llevan todo el mérito’, y es un indicador del trasfondo feminista que recorre”, cuenta la actriz quien lleva a la vida el personaje de Kate, una maestra de escuela que se ve circunstancialmente involucrada en la misión de la hermana Irene.

Estreno en Ecuador

La monja 2 los espera desde el jueves 7 de septiembre en todas las salas de cine del país, y cuenta con una clasificación para mayores de 12 años. (E)


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