Durante la 97ª edición de los Premios Óscar, realizada en el Dolby Theatre de Los Ángeles, Estados Unidos, la ceremonia dedicó un momento especial al Departamento de Bomberos de Pasadena, cuyo trabajo ha sido crucial en recientes emergencias en el estado de California. Sin embargo, lo que inicialmente parecía un tributo solemne tomó un giro inesperado cuando el presentador de la gala, Conan O’Brien, incorporó el humor en la participación de los homenajeados.