Con la transformación educativa experimentada en el año 2020, surgió una tendencia cada vez más común: la creación de un espacio de estudio dedicado exclusivamente a ese propósito. Ya no se trataba simplemente de dedicar unas cuantas horas al estudio, sino de pasar la mayor parte del día inmersos en esa zona.

Este cambio de enfoque llevó a que asignar y adecuar un rincón específico en la sala o en el dormitorio se convirtiera en una nueva actividad para muchas madres. La razón fue clara: la comodidad y la productividad de los niños dependían en gran medida de este espacio.

En el presente, si bien la virtualidad ya no es tan predominante como en el pasado, los hábitos de estudio perduran. Aunque las clases presenciales han vuelto, tener un lugar de estudio bien equipado y confortable sigue siendo fundamental para el éxito académico. Es un espacio donde los estudiantes pueden sumergirse en el aprendizaje, concentrarse en sus tareas y alcanzar sus metas educativas.

Cada libro, cada lápiz, cada detalle, son fundamentales para crear un ‘entorno amigable’ para el estudio. Imagina tu sitio de estudio como un jardín meticulosamente cuidado, donde cada elemento desempeña un papel crucial en tu crecimiento intelectual. Al igual que un jardinero experto selecciona con cuidado cada planta y la ubica en el lugar adecuado para que florezca, tú puedes diseñar tu espacio de estudio con esa misma atención meticulosa.

Sea cual sea el lugar que elijas para tu estudio, es fundamental que sea un ambiente tranquilo y libre de distracciones auditivas, que te permita concentrarte plenamente. Además, para mantener el enfoque, tener un horario y un plan de trabajo a mano resulta esencial. Esta práctica te ayuda a visualizar tus tareas y a realizar un seguimiento de lo pendiente y lo ya completado.

La elección de la paleta de colores para tu zona de estudio también desempeña un papel importante. Los tonos azul y verde pastel, conocidos por su capacidad para mejorar la concentración, son una excelente opción. Sin embargo, si buscas aumentar la motivación y la productividad, puedes optar por tonos más vivos como el naranja o el amarillo. Es crucial evitar el uso de patrones o figuras que puedan distraer la atención.

Un lugar de estudio bien organizado y agradable automáticamente estimula una actitud receptiva, facilitando el proceso de aprendizaje para los estudiantes jóvenes.

Claves para estudiar en casa:

• Fija un horario y lugar específicos para estudiar de manera consistente.

• Organiza tus tareas priorizando lo más importante.

• Establece un límite de tiempo para el estudio y descansos regulares.

• Divide tus actividades comenzando por las más desafiantes.

• Concluye con las tareas más sencillas para mantener la motivación.

¿Qué debe tener el sitio para hacer tareas?

Libre de distracciones

Elimina del alrededor dispositivos electrónicos no necesarios.

Siempre el mismo

Mantén tu área de estudio constante para desarrollar hábitos positivos.

Mobiliario y material adecuado

Esto garantiza comodidad y concentración.

Ventilado

Para evitar la somnolencia causada por el calor.

Bien iluminado

Asegúrate de contar con buena iluminación, preferiblemente luz natural.