La música de la dinastía Strauss no pudo ser celebrada por completo en la Casa de la Música el pasado viernes 26 de enero. Por pedido de la Intendencia de Policía de Pichincha, la segunda función del tradicional Concierto de Año Nuevo tuvo que ser interrumpida y cancelada. La “gentileza” de la comisaria permitió que el público se retirara del lugar escuchando primero la famosa Marcha Radetzky.

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Esta inusual clausura de un concierto de música clásica ha llamado la atención de usuarios en redes, que rápidamente señalan a Sayce como culpable.

En un comunicado, emitido el lunes 29 de enero, la Fundación Filarmónica Casa de la Música contó que ese mismo día del recital recibieron un correo de Sayce en el que les solicitaban las licencias de las piezas musicales que iban a ser tocadas en el espectáculo.

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En una entrevista con este Diario, Juan Fernando Velasco, presidente de Sayce, indicó que al no tener una respuesta de ellos, una representante de la institución fue enviada para verificar el repertorio. “Cuando llegó y se encontró con que, efectivamente, eran obras de Strauss y que esto no era sujeto a derechos, se retiró. Los personeros de la Casa de la Música hacen una conexión entre lo uno y lo otro, que son dos hechos aislados”, afirma.

“No es verdad que hayamos querido licenciar obras de Strauss, que son obras que ya no tienen protección. La verdad de los hechos es que frente a la petición de información -a la que están obligados los empresarios de espectáculos con respecto al repertorio de las obras en cada concierto-, la Casa de la Música falló en enviarnos dicha información como le corresponde”, explica Velasco.

“Cuando no tenemos dicha información, el procedimiento es que un representante de Sayce se acerque al concierto para verificar in situ cuáles son las obras que efectivamente se comunican”, añade.

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Velasco declara que “la Casa de la Música no ha licenciado sus repertorios, no sé desde hace cuántos años. Esta es una práctica común de la Casa de la Música y de otros empresarios que lamentablemente no respetan el derecho autoral”.

La primera función de este especial concierto, que traslada musicalmente a Viena, se dio el pasado jueves 25 de enero a las 19:00. “Los vecinos de la Casa de la Música vieron con preocupación que había una reunión y que estaba realizándose el evento en pleno estado de excepción, esa fue la preocupación”, replica Velasco.

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Afirma que por esta razón la semana pasada se reunieron con el viceministro de Gobierno, Esteban Torres, para pedir que no se cancelen los conciertos y se busquen alternativas.

Este concierto fue organizado por la Orquesta Sinfónica Nacional del Ecuador y el Consulado General de Austria.

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¿Sayce tuvo que ver con la clausura del concierto en la Casa de la Música?

Sayce no solo no tuvo nada que ver, sino que Sayce no tiene la potestad, no tiene tampoco el poder para clausurar ese ni ningún evento; solo lo puede hacer la Intendencia. Las intendencias de todo el país son las encargadas de precautelar por el orden, por los permisos, por la seguridad de los asistentes y la legalidad de todos los eventos que se realizan en todo nuestro país.

La Intendencia ya lo ha explicado, el evento no contaba con el permiso de Intendencia. Es más, los propios personeros de la Casa de la Música, en el video en cual hablan al público y le explican que se tiene que cancelar el evento, dicen que en 19 años jamás han pedido un permiso a la Intendencia.

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Ellos no han tenido permiso toda la vida. No entiendo dónde uno podría encontrar coincidencias que pueden llevarte a otro lugar. Ojalá tuviéramos ese poder de levantar el teléfono y que la Intendencia esté en veinte minutos clausurando el uso ilegal de obras protegidas, la vida de los autores ecuatorianos sería muchísimo mejor si tuviéramos semejante poder.

Hay mucha coincidencia, porque la Intendencia llega al lugar veinte minutos después de que la representante de Sayce se retira de la Casa de la Música.

Si hay algún evento que no licencia y no se puede llevar a cabo, Sayce tiene que presentar una tutela administrativa al Senadi (Servicio Nacional de Derechos Intelectuales), los mismos que analizan la situación y emiten una petición a la Fiscalía para que clausure o suspenda el evento. Es todo un trámite burocrático el que hay que realizar. Se ponen de manera malintencionada los dos hechos.

Si en sus redes sociales la Casa de la Música ya anunciaba que se interpretarían obras de los hermanos Strauss, ¿por qué se insistió en solicitar el repertorio?

Sí, pero eso no es función de Sayce. Sayce no tiene que buscar en la página web de ellos qué va a tocar. Es potestad del empresario, así lo dice el reglamento, entregar un informe de las obras que se van a tocar para ver si hay licenciamiento, y luego hay un personero de Sayce que, efectivamente, lleva un registro de qué obras tocar.

Porque si viene Carlos Vives a dar un concierto (cita como ejemplo) y él dice ‘voy a tocar estas obras, pero resulta que a la mitad decide interpretar El aguacate, entonces los herederos de César Guerrero Tamayo van a exigir sus derechos de comunicación pública. Así es como funciona.

Como artista, presidente de Sayce y alguna vez cantante invitado de una orquesta sinfónica, ¿qué siente que se clausure un concierto de música clásica, considerando el reto de llevar adelante un espectáculo en un país como el nuestro?

Es terrible. De hecho, yo le envié un mensaje a la directora de la Casa de la Música solidarizándome por la situación, porque es una situación en la que nadie quiere estar. Seguramente la comisaria a cargo del operativo encontró los motivos suficientes para cancelar, pero esa es la peor de las alternativas; cuando sucede algo así es porque realmente no hay otra opción.

Hay que pensar que quienes salen perjudicados es el público, que fue y pagó una entrada. Los espacios culturales la tienen muy complicada siempre, y la Casa de la Música ha venido realizando una labor extraordinaria desde siempre, pero más allá de eso, la Intendencia actúa en rigor.

El tema en este momento es tratar de que no se cancelen los conciertos, tratar de que haya protocolos, procedimientos, normas claras, para que la vida continúe y para que los espacios culturales encuentren la posibilidad de continuar, dentro de las medidas de seguridad. No ha habido un pronunciamiento expreso del COE, con respecto a sí se pueden o no realizar los eventos públicos.

¿Antes se ha solicitado, mediante correo, el repertorio para hacer este procedimiento de licencias?

Sí, por supuesto. Permanentemente hemos tenido acercamientos con los directivos de la Casa de la Música, hemos buscado alternativas, ha habido compromisos para compartir esta información, pero no hemos logrado ningún avance.

Tampoco es un tema puntual de la Casa de la Música, sucede con muchos usuarios. El tema de los derechos es muy complejo, a la gente le cuesta entender por qué se tiene que pagar por la música, por el uso comercial de la música. Toda la industria de la música está precisamente sostenida en la posibilidad de tener una remuneración por la utilización de las canciones. No es capricho, no es abusivo, está normado, estamos permanentemente auditados por el Senadi. (I)