Una sastrería en Roma ha confeccionado por décadas las sotanas blancas que los nuevos papas se colocan inmediatamente después de ser elegidos. Pero en este cónclave hay competencia.

Tradicionalmente, los sastres de la casa Gammarelli preparan tres conjuntos para no errar la talla del nuevo pontífice: bajo, medio, alto. Pero en esta oportunidad, el Vaticano les pidió no hacerlo.

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Y a horas de que los cardenales se encierren en la Capilla Sixtina para elegir al sucesor del papa Francisco, la sastrería rival de Raniero Mancinelli aprovecha la oportunidad para ofrecer su propio conjunto.

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“Debo entregarlos entre hoy y mañana, las sotanas blancas, el fajín, el solideo”, explicó a la AFP Mancinelli. “Puede que las necesiten para el nuevo papa, tienen que estar listas antes del cónclave para que las usen si las necesitan”.

Mancinelli ha confeccionado ropa para varios papas en el pasado, pero nunca ha tenido el honor de hacer el primer conjunto, que se usa cuando el nuevo pontífice se dirige al público desde el balcón de la basílica de San Pedro.

Confecciona a mano las piezas con el plan de entregarlos al Vaticano antes del cónclave, que arranca el miércoles 7 de mayo.

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Mancinelli también está haciendo tres tamaños para adaptarse a todo tipo de papa, aunque indicó que prioriza el ancho más que el alto porque desde el balcón no se aprecia la caída del traje.

Lorenzo Gammarelli dijo la semana pasada que su sastrería familiar se había preparado para hacer las tres sotanas vírgenes, como es tradición, pero que el Vaticano les informó que “se habían ocupado de ello”.

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Lorenzo Gammarelli, propietario de la sastrería que lleva el nombre de su familia, posa en la entrada de su negocio, el 24 de abril de 2025. (Photo by Andrej ISAKOVIC / AFP) Foto: AFP

Estimó que las vestimentas del nuevo papa serán “las de los cónclaves anteriores”.

“Cada vez hicimos tres túnicas y ellos usaron solo una”, aseguró.

Pero Mancinelli, que ha sido sastre durante 70 años en su histórica tienda en el Borgo Pio, a un paso del Vaticano, espera lo contrario.

Aunque el Vaticano no ha solicitado que haga las sotanas, Mancinelli explicó que tiene las habilidades necesarias para elaborarlas, ya que trabajó ya con siete papas.

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“Las estoy haciendo, las estoy ofreciendo, no las pidieron”, aclaró. “Si usan mis cosas estaré muy feliz”.

El sastre viste también a obispos, sacerdotes y seminaristas católicos. De hecho está muy ocupado con encargos de última hora antes del cónclave.

“Hay cardenales que necesitan una faja, un solideo, un cuello. Me encargo de eso”, dijo Mancinelli.

Originario de la región de las Marcas, en el centro de Italia, entró en este oficio por casualidad después de que un día le ofrecieran el trabajo de hacer sotanas para el Vaticano.

El sastre italiano Raniero Mancinelli (86) posa con su nieto Lorenzo di Toro y su hija en la puerta de su tienda en el barrio de Borgo Pio, cerca del Vaticano, en noviembre de 2024. (Photo by Tiziana FABI / AFP) Foto: AFP

El taller está lleno de fotografías de Mancinelli y los papas. Hizo personalmente trajes para los últimos tres pontífices, incluido Francisco.

Clérigos de todo el mundo pasan a visitarlo durante sus visitas a Roma. Algunos son amigos, otros han escalado en las filas de la jerarquía católica.

La elección de Francisco fue una sorpresa: un forastero del “fin del mundo”, como él mismo dijo el día que inició su reinado.

No estaba en las listas de favoritos antes de su elección en 2013.

Mancinelli dijo que el argentino no había sido uno de sus clientes habituales, aunque pudo haber pasado por la tienda en algún momento.

“Con tantos sacerdotes, obispos y cardenales entrando y saliendo, es difícil recordarlos a todos”, señaló. (I)