Un mes antes del Burger Show, realizado en Guayaquil el sábado 27 y domingo 28 de julio, los hermanos Valentino y Benjamín Frías discutieron su idea de desarrollar una hamburguesa con la que pudieran competir. Contactaron con un chef y se pusieron a trabajar para crear su producto ideal.

Los motivaba crear algo que pudieran llamar de lujo, pero asequible. “Las más famosas ahora pueden llegar a costar $ 25, y era algo que no nos atraía, y decidimos hacer un “Rolex a precio de Casio”, dice Valentino, quien tiene 16 años y está en segundo de bachillerato. Su propuesta, Kaltz, está a $ 9,50. Nombraron así l marca porque esa es la palabra alemana para ‘frío’, como su apellido. Hecha en los intermedios entre las clases y los exámenes, fue la ganadora del premio revelación de la Prefectura del Guayas.

“Nuestra motivación fue querer ayudar al resto y superarnos a nosotros mismos”; no se consideran cocineros, sino emprendedores. “Teníamos ganas de dar ejemplo, que pueden hacer lo que quieren darles a otros la oportunidad de comer rico sin gastarse un dineral”.

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Foto: Alexandra Casulo

El premio los encontró cansados, dice Benjamín, porque tuvieron pocas semanas para armar de cero el producto, la marca, el logo, la paquetería. De paso, durante el festival vieron pasar por su local al presidente Daniel Noboa, a la prefecta Marcela Aguiñaga, quien les entregó la placa el día de la premiación, y al chef Jorge Rausch, de MasterChef, un programa que han visto, según dicen, desde que tienen memoria.

Se dieron cuenta de que el negocio acababa de empezar. “Y decidimos seguir por el agradecimiento que les tenemos a todas las personas que hicieron esto posible, en primer lugar a Dios y a los que nos apoyaron”, entre ellos, el chef Dante Santillán y un equipo de cocina armado y entrenado justo para la ocasión.

Con ellos, los hermanos Frías crearon la hamburguesa que bautizaron como Rocky, la salsa principal Egoísta y la salsa Mañosa. “Porque somos mañosos (selectivos con la comida)”, admite Valentino, “le dije al chef que no me gustaba la cebolla caramelizada, soy mañosísimo, y lo que hicimos fue reinventar la salsa”. Sí hay cebolla, pero el tuétano de res, tocino de cerdo y aceite de trufa le dan un giro al sabor.

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La Rocky lleva pan pretzel cocido a 400 grados, queso camembert, pie de carne (asado de tira choice y brisket choice), más su versión ecuatoriana de los pickles (encurtidos). “Último y más importante, nuestra salsa Egoísta, porque es tan buena que no vamos a dar la receta, y estamos seguros de que cuando la prueben no van a querer compartirla”.

El menor de los Frías añade que su plan era hacerse conocer, y aunque se endeudaron en el proceso, la recompensa vino durante los dos días del Burger Show, porque lograron saldar las cuentas. “Fuimos uno de los pocos locales que hicimos sold out sábado y domingo”.

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Su interés es seguir trabajando en modo de entrega a domicilio y desarrollar una marca con trato cálido, en la que las personas ‘mañosas’ como ellos puedan personalizar su comida. Han desarrollado su sitio web y también colaborarán con apps como Pedidos Ya. Todas las novedades sobre Kaltz están en su cuenta de Instagram @kaltzburger_ec.

Allí anuncian que ya están a la venta en línea y que se pueden pedir también por WhatsApp, con envíos rápidos a Samborondón y Urdesa, con la promesa de llevar el sabor del Burger Show a cada puerta.

¿Cuáles fueron sus hamburguesas favoritas, salvo la Rocky, ese fin de semana? Para Benjamín, aunque son rivales, las mejores están entre Las Carnes de Fede y las Chub’s Burger. En cambio, Valentino es fan de Codicia, los ganadores de la categoría Smash. “Los dueños son muy buenas personas, e inspiración nuestra”, dice, destacando también La Naval (by El Capi). “No es solo el sabor”, destaca Benjamín, “sino la sensación de volver al momento en que éramos niños e íbamos a comer con nuestro papá, el recuerdo y la nostalgia”. (E)