La barranquillera Marcela García no se considera famosa, pero tiene una creciente comunidad digital de millones de seguidores, ha sido vocera de marcas, ha presentado una alfombra roja de Netflix y lleva su mensaje de amor propio y seguridad, así como vistazos de su vida a todas las plataformas posibles: Instagram, Facebook, YouTube, TikTok, Spotify...

¿Por qué gusta tanto a las personas que la siguen (’mi gente linda’, como ella los llama)? Por sus historias personales, donde siempre resalta el amor propio, la seguridad y una autoestima que muchas veces no le permite temer al ridículo.

Esa energía se hará presente en Ecuador esta semana, cuando la influencer colombiana aterrice en Guayaquil para ser parte de un evento privado organizado por la tienda departamental De Prati. La celebridad digital ofrecerá una de sus motivantes e inspiradoras charlas a alrededor de 90 creadoras de contenido, en el marco del Día de la Madre.

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“Pero no vamos a hablar únicamente de lo que significa ser mamá, sino lo que significa ser mujer, lo que significa ser creador de contenido, lo que significa balancear la vida entre cualquiera de las transiciones”, cuenta emocionada García, para quien será su primera vez en el país hermano.

¿Quién es Marcela García?

Marcela García, comunicadora de 33 años, tiene al menos diez años circulando en las redes sociales como una creadora de contenido. Empezó en Instagram publicando instantáneas sobre su vida, sin alguna narrativa aparente, que fue ganando atención de muchos.

Con fotos de fiestas, con atuendos bellísimos, en los carnavales de su ciudad natal, hasta que luego se convirtió en la reina de uno de ellos. Su popularidad fue creciendo, se graduó en la carrera de comunicación social, empezó a rozarse en los medios.

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Cuando empezó su pódcast, La joya de la corona, en el 2016, su nombre ya era mediático en su país. Con mucho humor (y hasta con actuación), la influencer comentaba las situaciones políticas, sociales y económicas de su país, todo dentro de un contexto periodístico. Después empezó a topar temas más anecdóticos, siempre con la intención de hacer reír a todo quien quiera escucharlo, y a compartir cada vez más sobre su vida familiar.

Desde entonces, Marcela, también conocida como Mache, ha creado un universo de más de 2,6 millones de seguidores sumados entre Instagram, TikTok, YouTube y Facebook.

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“He construido una comunidad basándome en lo que me rodea, en mi familia, y la gente se puede conectar y se puede identificar con mi vida, en alrededor de lo que fueron mis historias. He construido más que todo una manera de motivar a mis seguidores, a mi gente linda, a ser su mejor versión. Al principio no sabía ni qué era esto ni para dónde iba”, explica la creativa.

Para ella, el secreto de su popularidad ha sido el ser muy real, muy genuina. “En este mundo lo que más importa no es cuándo llegue, sino cómo llegué. Y me siento orgullosa de la manera como he llegado”.

La historia más personal de Marcela García: la de su cabello

En medio de su entretenimiento, Mache compartió uno de sus relatos más personales: que sufrió un desorden alimenticio durante diez años que le dejó como secuela la pérdida de su cabello.

“Mi pelo era fuente de belleza muy grande para mí y por mi desorden alimenticio y por lo que también resultó siendo un problema de alopecia que aceleré, me fue muy difícil recuperarme. Creía que era como mi fuente de autoestima y cuando mostré que uso una prótesis, que luego pasó a ser una peluca, y empecé a jugar con las pelucas... creo que de alguna manera la gente se sintió identificada, porque yo también tengo una inseguridad, que creo que esa inseguridad me ha impedido a mí llegar a muchas partes. Y ahora estoy aquí ante millones de personas mostrando que soy feliz, que se puede tener una vida plena a pesar de no tenerlo todo”.

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Marcela siente que eso puede ser inspirador para muchas personas, aunque reconoce que ella creció en un mundo de privilegios (su familia es muy acomodada). Pero al final del día su mensaje es que la mayoría de los impedimentos que sentimos en nuestras vidas están en nuestra cabeza. Nosotros los creamos y por eso podemos dejar de crearlos.

“Muchas veces nuestra mente puede jugar tan en contra nuestra, que incluso teniendo privilegios, teniendo accesos, uno mismo se corta las alas y uno mismo cree que es menos. Yo me creía muy fea, me quería menos, creía que no era lo suficientemente inteligente para las redes sociales. Pero cuando más genuina me mostré, más empoderada me he sentido”, agrega.

Si bien es cierto que su charla en Guayaquil no será abierta al público, ella ha construido un espacio que se llama Libérate y vuela, donde comparte información para liberar la mente y “volar hacia una vida exitosa”. Se trata de una iniciativa con videos a los que se puede acceder próximamente para ayudar a cambiar perspectivas sobre la vida, “usar la mente a nuestro favor”. Eso le ha permitido tocar puertas y seguir avanzando en su proyecto digital, aunque algunos le cierren estas puertas en la cara y le digan que no.

“Siento algo en mi corazón que me dice que yo nací para impulsar a la gente a salir de su cascarón, porque a mí me hubiera gustado que alguien lo hubiera hecho por mí. A mí siempre me dijeron que había algo malo en mí. Los tiempos cambian, si uno no era de una determinada manera o no era buena en el colegio, entonces uno significaba que estabas por fuera del molde y estabas mal. El molde se hizo para romperlo y hoy veo mi vida muy distinta. Ojalá todos los días uno fuera su mejor porrista”.

Otros proyectos de Marcela García

Este año Mache dice que está recogiendo los frutos. Después de una década subiendo contenido sin un norte aparente, la influencer acaba de lanzar su marca personal en 2024 y con ello redefinió sus objetivos. Tiene previsto presentar nuevas iniciativas en los próximos meses. Pero prefiere no adelantarlas, para conocerlas deben seguirla, por supuesto.

Por lo pronto, Marcela García sigue creciendo con su pódcast, La joya de la corona, al que se ha sumado su mamá, una mujer que “rompió el molde y no teme a ser cancelada”, dice su hija. Y hablan de todo tema, sin tapujos, pero como mucha empatía. También está su emprendimiento de comida a domicilio, Mi Gente Cocina, que surgió durante la pandemia, por la imposibilidad de reunirse. No, Marcela no cocina ni en su casa, pero aquí se traducen las comidas de su familia y los platos típicos del país que tanto la ha apoyado en su vitrina digital. (E)