El brindis del rey Carlos III por su nieto Archie en el bufé de coronación: ‘Dondequiera que estés’

El rey Carlos III, coronado ayer como soberano del Reino Unido, quiso hacer un gesto para su pequeño nieto, el príncipe Archie, quien cumplió cuatro años ayer, el mismo día de la ceremonia en que su abuelo fue ungido y se le colocó la corona de san Eduardo. Carlos levantó una copa para brindar por el niño, hijo del príncipe Harry.

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Esto fue durante el bufé posterior a la coronación, que se realizó en el palacio de Buckingham el pasado sábado.

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A pesar de la constante desazón que hay entre la familia real y Harry, que a esas alturas ya estaba en un avión rumbo a Los Ángeles, el rey Carlos se dio un minuto para mencionar a su nieto ausente, y también nombró a los que sí habían asistido a su gran día.

En el bufé estuvo solo la familia real, reunida en el palacio luego de la aparición de los reyes Carlos y Camila en el balcón, ante su pueblo.

Se entiende que Harry sí fue invitado a unirse al almuerzo, pero decidió regresar a California para ver a Archie por lo menos en la noche de su cumpleaños.

Su esposa, Meghan, se quedó en casa con Archie y Lilibet, su hija menor, para organizar una pequeña fiesta para la familia y los amigos.

El Daily Mail reportó que aunque la mayoría de la familia real estuvo ‘aliviada’ de que Harry no se quedara, el rey de 74 años pareció genuinamente decepcionado de que su hijo menor no se quedara.

El príncipe Guillermo dio unas palabras en honor a su padre antes del almuerzo. Carlos respondió agradeciendo a todos los que habían estado con él. Elevó una copa a sus tres nietos: el príncipe Jorge —su paje de honor—, la princesa Carlota y el príncipe Luis, las estrellas a los ojos de los camarógrafos.

Pero no quiso olvidar a los que no llegaron, y deseó a su nieto Archie un muy feliz cumpleaños, “dondequiera que esté”.

En el bufé también estuvo la familia de Camila: su hermana Anabel; su mejor amiga, Lady Landsdowne; su hijo Tom Parker Bowles; su hija Laura Lopes, y sus nietos, Lola, Freddy, Eliza, Luis y Gus.

Los príncipes de Gales también fueron invitados, así como los padres de Kate, Michael y Carole Middleton, y sus hermanos Pippa y James.

Después del almuerzo, la mayoría de los descendientes de Carlos III y Camila siguieron hasta el castillo de Windsor. El palacio de Buckingham no es un lugar ideal en este momento, ya que está en proceso de remodelación, y la administración tuvo que poner un piso temporal para que la familia real pudiera llegar hasta el balcón a saludar a la multitud. (E)