El papa Francisco se encuentra internado en el hospital Gemelli de Roma, debido a una infección respiratoria.

La hospitalización inesperada del pontífice argentino desató interrogantes sobre su real estado de salud.

Fuentes del centro médico romano refirieron que el pontífice llegó en ambulancia tras presentar problemas cardíacos o respiratorios y que fue sometido a una tomografía computarizada.

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El jesuita Jorge Mario Bergoglio, que adoptó el nombre de Francisco al ser elegido al frente de la Iglesia Católica, ya tiene un largo historial de problemas de salud que vienen desde hace tiempo.

El Papa Francisco se moviliza en silla de ruedas en su encuentro con los fieles al final de una audiencia con el pueblo de Roma en el Aula Pablo VI del Vaticano el 25 de marzo de 2023. Foto: -- VINCENZO PINTO

Primera operación en 1957

Cuando tenía apenas 21 años padeció una infección pulmonar, situación que derivó en una operación quirúrgica urgente para extirparle el lóbulo superior del pulmón derecho.

“Cuando a los veintiún años me enfermé con algo grave, tuve mi primera experiencia con el límite, con el dolor y la soledad. Me cambiaron las pautas. Durante meses, no sabía quién era y si me moría o no”, relató Francisco en el libro ‘Soñemos juntos’. “Ni los médicos sabían si iba a sobrevivir. Me acuerdo que un día le pregunté a mi madre, abrazándola, si me iba a morir”, agregó.

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Francisco recuerda que estaba cursando el segundo año del seminario diocesano en Buenos Aires. “Me acuerdo de la fecha: el 13 de agosto de 1957. Un prefecto, que se dio cuenta de que lo mío no era el tipo de gripe que se cura con aspirina, me llevó al hospital. De entrada, me sacaron un litro y medio de agua del pulmón, y ahí me quedé peleando por vivir”, indicó.

De aquel tiempo, el papa recuerda sobre todo a dos enfermeras, una de ellas, la hermana Cornelia Caraglio, que le salvó la vida. “Siempre estaré en deuda con ellas. Lucharon por mí hasta el final, hasta que me recuperé”, afirmó en el libro.

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Francisco actualmente se traslada en silla de ruedas desde mayo de 2022 debido a una artritis en la rodilla derecha.

El Papa Francisco recibe ayuda para subir al auto papamóvil cuando sale el 29 de marzo de 2023 al final de la audiencia general semanal en la plaza de San Pedro en el Vaticano. Foto: -- VINCENZO PINTO

En julio de 2021 permaneció diez días en el hospital Gemelli por una delicada operación de colon. En aquella ocasión se le extirparon 33 centímetros de intestino, debido a la diverticulitis, aunque después reveló que podía comer y hacer vida normal. Sin embargo, según contó, le dejó “secuelas” que lo llevaron a descartar una cirugía de rodilla, aconsejada por sus médicos, debido a la rotura de un ligamento en la rodilla derecha.

El mundo conocía ya sus achaques debido a que sufría de una ciática crónica que lo obliga a cojear, por lo que tuvo que renunciar en algunas ocasiones a ceremonias oficiales. Incluso cuenta desde hace un año con un “asistente personal sanitario” permanente, una enfermera.

La salud de los papas ha sido siempre “materia reservada” para el Vaticano y mantenida en general en secreto.

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El médico y periodista argentino Nelson Castro, amigo de Bergoglio desde que era arzobispo de Buenos Aires, presentó recientemente en Roma un libro sobre la salud de los papas, recorrió las enfermedades padecidas por ellos desde León XIII (1878-1903) y reportó charlas al respecto con Francisco.

En esas charlas, Francisco reveló que cuando residía en Argentina fue tratado con acupuntura china por el dolor de espalda, que sufría de “cálculos en la vesícula biliar” y que en 2004 tuvo un problema cardíaco “temporal” debido al ligero estrechamiento de una arteria. (I)