Letizia en Dinamarca: la consorte de España pasó de un traje Carolina Herrera a un vestido de cuento de hadas con una voluminosa tiara para la cena de gala que preparó la reina Margarita

El 6 de noviembre los reyes de España tuvieron una despedida con honores en el aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas, antes de partir hacia Copenhague, la capital de Dinamarca, para dar comienzo a su Viaje de Estado en el que la reina Letizia indudablemente atrajo la atención de la prensa.

La esposa de Felipe VI llegó al país escandinavo trajeada con una vestido ajustado y de mangas largas de Carolina Herrera, una de sus firmas favoritas a la hora de vestir, con salones de rojo intenso y un elegante abrigo de grandes solapas, como describe La Vanguardia.

Pero, el look con el que se volvió el centro de atracción de los medios españoles fue el que usó para la cena de gala que preparó la reina Margarita en honor a los reyes de España.

Doña Letizia pasó de su llamativo vestido de tubo rojo a una reconocida prenda de su armario. El vestido en tono azul marino de Felipe Valera hizo ver a la madre de Leonor de Borbón como una reina de cuento de hadas, a quien incluso se comparó en redes sociales con la princesa de la película animada Anastasia.

El medio español recuerda que Letizia recuperó de su clóset el vestido de alta costura con bordado que lució anteriormente en un Viaje de Estado a Perú y luego, en una segunda ocasión, en una estadía en Japón.

La tiara de la reina Letizia en la cena de gala en Dinamarca

El traje de estilo princesa lo combinó con fina y delicada joyería que incluía la tiara Flor de Lys, la más emblemática de la corona española, y unos pendientes de brillantes y zafiros.

Mientras tanto el rey Felipe VI llegó al Palacio de Christiansborg con su uniforme de gala del Ejército de Tierra.

En la cena de gala preparada por la reina Margarita no solo hubo un derroche de elegancia con pomposos vestidos sino también un reñido “duelo de tiaras”, como reseña Mujer hoy.

Letizia lució sobre su cabello recogido en una coleta la voluminosa corona que no tiene comparación con la de la reina danesa en cuanto a antigüedad, número de piedras y valoración. La tiara de la reina Margarita data de 1840 y está formada por un 67 esmeraldas y 2.659 diamantes, según refiere el magazine.

Sin mencionar su valor real, lo único certero sobre esta joya es que no puede salir de Dinamarca.

A pesar de estos datos, Letizia supo deslumbrar a los 200 invitados a la cena de gala en la sede del Parlamento en la que fue su primera visita de Estado a Dinamarca desde que Felipe VI asumió como rey de España, menciona Lecturas. (E)

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