Kanye West, quien acaparó titulares por su breve aparición en el juicio del magnate musical Sean ‘Diddy’ Combs la semana pasada, ha estado pasando la mayor parte de su tiempo en un centro de bienestar de lujo en Mallorca, España.

El rapero habría ingresado junto con su esposa, la modelo Bianca Censori, a una clínica de rehabilitación que cobra a sus pacientes 170.000 dólares semanales y ofrece una amplia variedad de servicios, como alojamiento, comida, sesiones de terapia y yoga.

El motivo de la estancia de la pareja podría estar relacionado con una demanda por despido injustificado interpuesta contra West por su exempleado Benjamin Provo, lo que ofrece una idea del porqué ha estado alejado del ojo público durante las últimas semanas, exceptuando su breve paso por el juicio de Combs.

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“Está perdiendo dinero y credibilidad. Necesita demostrar a sus fanes y a los socios corporativos que le quedan que estaba loco por decir semejantes barbaridades, e ir a rehabilitación parece justo lo que le recetó el médico, literalmente”, reveló una fuente cercana al músico exesposo de Kim Kardashian. (E)