Un momento incómodo vivió la máxima autoridad de España, este martes en un evento diplomático. El encuentro hablado del momento involucra al rey Felipe VI, la reina Letizia y al embajador de Irán, Hassan Ghashghavi. Quedó grabado el instante en el que las figuras de la realeza recibieron a a su invitado, y él decidió negarle el saludo a la reina consorte.

Primero saludó a Su Majestad el Rey extendiéndole la mano, luego Hassan Ghashghavi prosiguió donde Letizia y le hizo una pequeña reverencia, poco notable, poniéndose la mano en el pecho y bajando ligeramente la cabeza. Esto provocó una mirada fulminante por parte de la reina quien se quedó mirando de reojo al iraní de 65 años.

Muchos han criticado la falta de respeto del embajador, por no conocer la norma que le prohíbe a los hombres iraníes, especialmente los de alto rango, el tocar a una mujer en público y fuera de su país. Esta regla existe desde la revolución islámica de 1979, razón por las que buscan alternativas para extender un saludo a las mujeres que no implique darles un beso en la mejilla, beso en la mano o incluso un apretón de manos.

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Así que no se trata de un desprecio o irrespeto hacia los reyes de España, sino del cumplimiento de una de sus más preciadas normas que involucran motivos culturales. Sin embargo, las redes sociales hablan de una humillación hacia la reina solo por “ser mujer”, ya que este país del medio oriente es conocido por negarle derechos a las mujeres e imponer otro tipo de leyes o reglas perjudiciales para ellas.

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“Es horrible pensar que tu marido te tiene que dar permiso para sacar pasaporte o salir del país, pero terminas por asumir que es la ley”, le explicó una mujer iraní a BBC News Mundo en octubre del 2022, tras huelgas desatadas por la muerte de Mahsa Amini, quien fue arrestada y torturada por la policía religiosa islámica por no usar su hiyab correctamente. (E)