Estaba sentada en una de las mesas distribuidas en los salones del Hard Rock Punta Cana, rodeada de sus compañeros del álbum La nueva cepa, con los que compartió escenario la noche del jueves 11 de julio en la edición 10 de los Premios Heat.

Mar Rendón, la cantante ecuatoriana que desde su infancia ha ido evolucionando y creciendo para abrirse paso en la industria musical, obtuvo su primer globo dorado al ganar en la categoría mejor artista rock. No es cualquier reconocimiento en su carrera. La estatuilla, la cual el público decide por votación quién la gana, es justamente el resultado del apoyo de la comunidad que la sigue y cree en su proyecto.

“Competía con Juanes, con Morat, con Molotov... No me lo esperaba. Nadie me grabó. Mi mamá usualmente me graba, pero ninguna de las dos tenía fe, porque sabemos que me da mucha exposición estar en la categoría. Pero soy la menos famosa de todos, la más joven y la única mujer solista también; entonces, la verdad sí lo veía muy difícil, pero fue gracias a los marcianos en realidad. Yo vi cómo votaron todos los días y estaban ahí al pendiente para ayudarme a cumplir ese sueño tan grande, y sobre todo en esta categoría, que es rock y que es el género que tanto me dijeron que nunca iba a pegar y con el cual me dijeron que nunca iba a lograr hacer nada y al que le veo bastante futuro. Siento que el rock nunca va a morir y yo quiero traer de vuelta el rock ecuatoriano”, dijo a diario EL UNIVERSO.

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Apoyo Marcianos (Fans Club)

La finalista del programa de telerrealidad La Academia señaló también que le emociona que “haya cada vez más gente que está al pendiente del talento ecuatoriano, del talento emergente, como (ella)”. “Sé que recién estoy empezando, pero he tenido la suerte de tener un público muy fiel que está al pendiente de cada paso”, expresa.

Sobre Si fuera yo, su reciente estreno y uno de los temas que integran las composiciones del disco La nueva cepa, Mar asegura que es una producción que le ha abierto oportunidades, como la de cantar en vivo en la gala de los Premios Heat.

“Es muy emocionante, justamente hasta Si fuera yo, que es una balada con toques de regional mexicano; hay una guitarra eléctrica, porque siento que en mi esencia está el rock. Entonces, es algo que no quiero soltar”, añade.

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La guayaquileña, quien tiene previsto permanecer una larga temporada en Ecuador, revela: “Se vienen unos grandes proyectos en el país, y creo que estaré bombardeándolos de buenas noticias, porque creo que he tenido mucha suerte de tener a ese público que me apoya y también siento que es el fruto de todos los años de trabajo que he estado estudiando, practicando para ser la mejor versión de mí misma como artista”.

Ser cantante es un sueño que ha tenido desde su infancia y que ha materializado y compartido con su audiencia. “Quise ser cantante desde los 5 años, empecé a cantar a los 8 y desde los 14 empecé mi carrera, en Ecuador tiene talento (programa de telerrealidad). A los 16 lancé mi primer tema y, así, poco a poco fui buscando cómo conectar con nuevas audiencias. La Academia también fue algo que me sirvió muchísimo para darme a conocer, y hasta el día de hoy sigo lanzando mi música y cada día espero llegar a más gente”, sostiene. (E)