Su crecimiento en redes sociales fue orgánico, es decir, sin ‘trucos’ que le ayudaran a inflar el número de seguidores o ‘Me gusta’. La guayaquileña de 28 años, quien también pasa hoy gran parte de su tiempo en México, recuerda que hace algunos años solo comenzó a subir contenido de su vida personal y recibió una buena acogida. Luego la contactaron las primeras marcas locales y entonces se dio cuenta de la oportunidad que representaban las redes sociales.