El gran duque Enrique de Luxemburgo sorprendió a sus súbditos y la monarquía europea la mañana de este domingo 23 de junio cuando anunció que se prepara para abdicar. El primer paso en ese proceso definitivo es que cederá sus poderes a su hijo, el príncipe Guillermo, en octubre de este año. El heredero será designado como lugarteniente-representante del país, un cargo que le habilitará para asumir una serie de funciones que por ahora solo desempeña el jefe del Estado.