Para estos meses de vacaciones estudiantiles el libro es el compañero ideal, y en este Día Internacional de los escritores Universo de Libros les trae alternativas para que usted y sus hijos pueden conectarse con el maravilloso mundo de la lectura, de una forma divertida, natural y gratuita.
Ana María González, mediadora de lectura y docente bibliotecaria en Interamerican Academy, considera que las vacaciones son una gran oportunidad para crear una rutina de lectura en niños y jóvenes. “Es un momento donde podemos darle más tiempo a llevarlos a espacios de lectura o acompañarlos a escoger lecturas que llegan más a nuestra familia que al entorno escolar o lo que eligen los profesores para que ellos lean”, menciona.
Resalta también que esta nueva rutina debe ser espontánea y no una obligación. “Es importante no pensar en la lectura como un castigo a estudiantes que necesitan apoyo extra durante las vacaciones, sino como una actividad que beneficia a todas las infancias durante estas semanas de vacaciones”.
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Los clubes de lectura son una fantástica manera para que niños, jóvenes y adultos se acerquen a los libros en comunidad. “Los clubes son básicos porque son espacios que permiten que el niño pueda desarrollar gran parte de su lenguaje, de su expresión, de la comprensión lectora; permite descubrir autores de manera muy natural”, sostiene Rosa Pogo, coordinadora de eventos educativos de la Casa de la Cultura, núcleo del Guayas.
“Los padres deben buscar espacios que permitan a nuestros hijos crecer no solo intelectualmente, sino también crecer como seres humanos y creo yo que la lectura es uno de los puntos de partida en estas épocas”, añade.
En Guayaquil existen algunos puntos que ofrecen atractivos encuentros con la lectura de manera libre, y de los que usted o su hijo pueden ser parte. A continuación detallamos los más conocidos.
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Sueños de papel
Uno de los espacios que tiene más años de existencia en la ciudad es el programa Sueños de papel, de la Casa de la Cultura, núcleo del Guayas. Aquí la líder Rosa Poga, o ‘Rosita’ -como de cariño la llaman los niños y jóvenes- se sumergen en el mundo de la lectura a manera de juego, y con un toque de amor, diversión y bastante conocimiento. “La idea es que sean críticos de lo que leen, que no son seres pasivos, que solo escuchan y leen de memoria. Sino esos seres que toman una decisión, a medida que van leyendo, la decisión de opinar, de criticar, donde tienen esa opción de disentir lo que están diciendo los autores”, refiere.
El programa Sueños de papel contempla algunas actividades, como El club de lectura, en el que pueden participar niños de 8 a 12 años. Actualmente el club está trabajando (o divirtiéndose) con el libro Dos años de vacaciones, de Julio Verne. Pogo afirma que los interesados aún pueden inscribirse gratuitamente al 099-891-4322 o al correo rosa.pogo@casadelacultura.gob.ec. En abril inician otro ciclo.
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En tanto, todos los sábados a las 11:00 llevan a cabo La hora del cuento, donde los niños pueden asistir sin inscripción previa. Mientras que los últimos viernes de cada mes las luces se apagan, se encienden las velas y se cuentan historias con Cuentos a media luz, aquí los padres pueden narrar historias. Esta actividad es a las 19:00.
Pronto van a entrar a una campaña llamada ‘Acompáñame a leer’, donde la idea es involucrar a la familia en ese proceso de formación lectora.
Todas las actividades de este programa se desarrollan en la Sala Infantil de lectura, en el segundo piso de la institución situada en la avenida 9 de Octubre y Pedro Moncayo.
Cuenta que una de las autoras favorita de los pequeños come libros es María Fernanda Heredia, así como libros como Rosalinde tiene ideas en la cabeza, de Christine Nöstlinger; Cuentos del Yasuní; El principito, entre algunos otros. “Son obras con las que los chicos de inicio a fin las disfrutan, y viven lo que es la historia”, menciona e invita a los padres a visitar la biblioteca con sus hijos de martes a sábados, desde las 10:00.
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Sala Ría
Otros de los sitios más frecuentados es Sala Ría, en la Biblioteca de las Artes (Pichincha y Aguirre), donde todos los sábados hay dos actividades para los más pequeños. La primera se llama Exploradores de cuentos, un club de lectura para niños de 7 a 11 años; y una hora después, a las 16:00, Cubistorias, un club de cuentos para niños de 3 a 6 años. “El acceso es gratuito, el único requisito para entrar a la Ría es la cédula y que el menor esté acompañado con un adulto responsable de su cuidado”, indica Zully Ordóñez, encargada de la Sala.
En la actualidad, y aprovechando este tiempo de vacaciones, este espacio abrió un taller llamado ‘Selva corporal’ que fusiona la literatura con el cuento y la danza. “Nos juntamos para que los niños a partir de la creatividad y la imaginación que genera lo que les narramos de los cuentos, ellos puedan moverse. En estos momentos estamos trabajando con cuentos de animales de la selva”, explica Angie Mero, estudiante de literatura e instructora de esta actividad que son los miércoles y viernes de 10:00 a 12:00, hasta el 29 de marzo. La joven dice que aún pueden inscribirse de manera gratuita, acercándose a la biblioteca.
Con el propósito de que esta actividad también sea familiar, la Biblioteca de las Artes dispone de la dinámica ‘Cuentos a domicilio con la Ría’, en la que envían un cuento por correo todos los viernes, para que los padres lo lean con sus hijos. Para suscribirse a este dinámica pueden acceder a este enlace https://linktr.ee/Biblio.UArtes.
Club de lectura del MAAC
Para los jóvenes universitarios y público en general también existen otras actividades gratuitas en la ciudad y la siguiente es al pie del manso Guayas. Se trata del club de lectura del MAAC, dirigido por la gestora cultural y periodista Clara Medina.
Este encuentro, que reúne a personas de todas las edades, se realiza los martes, cada quince días, de 15:00 a 17:00 en la biblioteca del museo, con una asistencia de 15 a 20 personas. Las próximas sesiones serán el martes 5 de marzo, y martes 19 de marzo. Actualmente llevan adelante un ciclo dedicado a leer autores afroecuatorianos, en el siguiente encuentro terminarán de leer Cuando los guayacanes florecían, de Nelson Estupiñán Bass; y continuarán con la poesía de Antonio Preciado, Jonatás y Manuela, de Luz Argentina Chiriboga y cierran en abril con Fiebre de carnaval, de Yuliana Ortiz.
“El único requisito es que esté interesado en integrarse al club y leer; no tiene que ser un asiduo lector, la idea es que aquí se pueda entusiasmar por leer. Una característica de este club es que leemos literatura ecuatoriana”, comenta Medina.
Para ser parte de este cálido club puede inscribirse en persona, en las instalaciones del MAAC en Malecón y Loja; o puede escribir al correo: contacto.maac@culturaypatrimonio.gob.ec
Desde casa
El hogar también se puede convertir en un espacio para propiciar una rutina con los libros, de hecho, debería ser el primer impulsor. González comparte algunas estrategias para animar, sobre todo a las infancias a acercarse a los libros. “Lo más importante es empezar conversando y conociendo cuáles son los temas que les interesa y los motiva en verdad. Si es videojuegos, fútbol, ciencia ficción, manga, etc., encontrar recursos que incluyan esos temas”, aconseja.
“Podemos tener un busca tesoros que dure todas las vacaciones o “book bingo” que los incentive a visitar bibliotecas, librerías y explorar lo que tienen en casa también, buscando por ejemplo un libro que tenga un personaje que se parezca a mí, un libro sin palabras, una biografia de un personaje superinteresante, un cómic, etc., hasta completar el bingo”, indica.
Para los niños y jóvenes de hasta 15 años recomienda temas que sean excusas de conversaciones familiares, por ejemplo, temáticas sobre paz, violencia, guerras, amistad y miedo. Entre los títulos que sugiere menciona: Cuentos completos, de Leonora Carrington; La costura, de ISOL; La madre y la muerte, de Laiseca, Alberto y Alberto Chimal; Instrucciones para leer el mundo, de Daniela Dávila y Carmen Lu Páez; Los hijos del sol, de Micaela Chirif y Juan Palomino, Kintsugi, de Issa Watanabe; ¿Y si los soldados pelearan con almohadas?, de Heather Camlot y Solito, de Javier Zamora.
También recomienda novedades como El dragón blanco y otros personajes olvidados y Ana en todas partes. “Para mí lo más recomendable es acercarse a las librerías o bibliotecas y explorar las diferentes secciones dejándonos sorprender”, dice González.
Iniciativas
Estas vacaciones estudiantiles también deberían ser una oportunidad para levantar las bibliotecas de escuelas y colegios. “Es importante que puedan prestar libros de sus bibliotecas durante estos meses. Si es posible, agendar algunos días y horarios específicos para que sus estudiantes puedan acercarse a cambiar libros”, piensa González.
Incentiva a que las escuelas y colegios envíen recomendaciones de lecturas, a las que se pueda acceder en formato digital desde casa. “Pueden ser animaciones acompañadas de texto inclusive y pueden ser recomendaciones hechas por varios docentes y otros estudiantes de la institución. Así garantizamos diversidad de opciones”, menciona González. (I)
