Para ser escritor en Ecuador -y probablemente en América Latina- no solo se requiere de pasión y compromiso, también hay que tener un ingreso extra para financiar la impresión y distribución de la obra (y llevar el pan a la mesa), hay que trabajar duro por el día y escribir por las noches, hay que luchar contramarea, postular a fondos y sobre todo ser bastante ‘necios’ y muy valientes. Algunos optan por otras alternativas, como viajar a Europa para hacer carrera, tocar puertas y lograr un lugar importante en las esferas literarias. Y esto es lo que precisamente hace Emilio en Bruma, él toma todos sus ahorros para ir a Barcelona con una sola misión: escribir una obra y convertirse en una leyenda de la literatura latinoamericana, pero termina ‘metiendo la pata’ más de una vez.