La “última poeta viva del exilio republicano” de España en México, Carmen Castellote, ha entregado su legado poético al Instituto Cervantes para la Caja de las Letras, que guarda la memoria de la cultura en español.

Según informó este domingo el Instituto Cervantes en un comunicado, la entrega tuvo lugar el sábado, Día del Libro, en el domicilio de Castellote (Bilbao, España, 1932) en Ciudad de México.

El director de esta entidad estatal española, Luis García Montero, recogió este legado que guardará en su sede en Madrid la Caja de las Letras.

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Allí quedará «a salvo de las espadas del frío y de la nieve que cercenaron las fronteras de mi infancia», como indicó la autora en una emotiva carta de agradecimiento manuscrita que acompaña a la donación, destacó el Cervantes en un comunicado.

“La autora, última poeta viva del exilio republicano, consideró un ‘alto honor’ donar a la antigua cámara acorazada del Cervantes las primeras ediciones de sus poemarios”, como son Con Suavidad de Frío (1976), Vuelo de Nieve a Sol (1979), Diálogo con la Esfinge (1983) y Acta de Renacimiento (1985), añadió.

Para esta poeta que “solo recientemente ha comenzado a conocerse”, estas obras significan su “biografía azarosa y el conjunto de percepciones espirituales, fantasías y sentimientos íntimos” que matizó “en el alma”.

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"Mexicana por vocación", aunque española de nacimiento, Castellote relató que fue en este país donde se hizo poeta y donde se reunió con su padre en 1958 tras ser enviada a la Unión Soviética durante la Guerra Civil española con solo 5 años.

Su experiencia como "niña de la guerra" se manifiesta en sus versos que hablan de frío, de guerra, de soledad y hambre, pero también del calor de quienes la acogieron, primero en Ucrania, después en Siberia y más tarde en Polonia, donde se casó, subrayó la nota.

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García Montero le entregó la llave simbólica de la caja 1020, donde se guardará su legado.

“Tus lectores sabemos el papel que tiene la llave en tu poesía, el papel que tiene para los exiliados tener una casa”, afirmó el director, pues “tener una llave es, simbólicamente, saber que tienes una casa”.

Amiga de intelectuales como León Felipe, Juan Rejano, Ángel Gaos o Luis Rius, parte de la comunidad de exiliados en México huyendo de la represión de la España franquista, García Montero declaró que Castellote “se convirtió en un diálogo con la memoria y con el dolor en busca de la identidad que se había quebrado en el exilio”.

En su viaje a México, García Montero, que es poeta, participó durante la Semana Cervantina organizada en este país en actividades culturales de la Universidad Nacional Autónoma con motivo del Día Internacional del Libro, se reunió con representantes del Gobierno mexicano, intervino en la Fiesta del Libro y la Rosa con una lectura de poesía y asistió a un homenaje a la novelista española fallecida Almudena Grandes, que era su esposa. (I)

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