La alineación de las llantas y el balanceo son procesos de mantenimiento que no deben ser pasados por alto, pues son de gran importancia para la comodidad en el manejo cotidiano, además de un mejor funcionamiento y una mayor duración de los neumáticos.

El equipo de Bridgestone dice que las llantas desbalanceadas ocasionan vibraciones, provocando un desgaste anticipado del piso de las llantas y un desgaste innecesario en la suspensión del auto.

El propósito del balanceo es eliminar la vibración causada por el desajuste entre la llanta y la rueda. Este desajuste puede ser producido hasta por una diferencia mínima de peso en cada llanta.

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En tanto, el equipo de Michelin indica que la alineación permite a las llantas desempeñarse de manera paralela, dejando a un lado los desgastes innecesarios ejercidos solo en un punto o una rueda en particular. Esto mejora el contacto con el pavimento y genera no solo seguridad al conductor en el volante, sino que proporciona estabilidad en el vehículo.

¿Cuándo debo revisar la alineación?

Si notas que tu vehículo se jala en forma significativa hacia la izquierda o la derecha cuando manejas en un camino recto y plano con poco viento cruzado, o que tus llantas se están desgastando de manera anormal, entonces la alineación de tus ruedas puede necesitar un ajuste.

Alineación vs. balanceo

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Con frecuencia, la gente se confunde entre la alineación de las ruedas y el balanceo de estas. Estos son completamente diferentes. La alineación, que a veces se llama trazado, consiste en ajustar los ángulos de las llantas, de tal manera que queden conforme lo especifica el fabricante de tu vehículo. Por otro lado, el balanceo permite que estas últimas giren sin causar vibraciones innecesarias.

Revisa la alineación cuando:

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• Tu vehículo haya golpeado algo (por ejemplo, un borde o algo muy peligroso en el camino).

• Notes que tus llantas se están desgastando de manera anormal o irregular.

• Experimentes problemas de dirección o maniobrabilidad. como:

- Tu vehículo se jala o se desvía hacia un lado.

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- Tu volante no se regresa con facilidad después de una vuelta.

- Tu volante permanece en un ángulo cuando manejas sobre una línea recta.

• Cuando compres un nuevo juego de llantas.

• Cuando reemplaces los componentes de la suspensión o la dirección.