El 35 será el número más importante de la profesión del salsero David Pabón, quien inmortalizó la inconfundible, sensual y nostálgica melodía Aquel viejo motel. El cantante puertorriqueño está celebrando justamente esta cantidad de años de trayectoria con un magno concierto de salsa en diferentes países, incluyendo Ecuador.
Su show, denominado Salsa para el alma, tuvo lugar este viernes 23 de agosto en el Santa Ana Gardens en Guayaquil, y este sábado 24 de agosto en el Ágora de la Casa de la Cultura de Quito. Además en la urbe porteña cantará con otro reconocido salsero, Gabino Pampini, así como los ecuatorianos Ely Dafrika y Maureen Rodríz. En la capital ecuatoriana se juntará con los nacionales Beder Musicólogo y Paolo Plaza. En ambos escenarios estará acompañado de Los Adolescentes de Venezuela (quinta generación).
Tal vez sea su aniversario final. El maestro Pabón ha anunciado que está trabajando en el último álbum de su carrera musical y, con esta producción, despedirse de los escenarios. “Soy un artista renacentista”, explica. “Se le llama renacentista al hombre que le gusta hacer diferentes cosas, como escultura, pintar, inventar. Pues yo creo que estoy en esa categoría, me gusta ser creativo cada día”, asegura el cantante que promete en su momento ofrecer una gira de despedida, por lo que por supuesto habrá una última oportunidad de verlo en vivo. Por los pronto este fin de semana el intérprete entonará sus inolvidables éxitos Como lo haces conmigo, Cara dura, Y nos amamos, así como otros de salseros ‘vieja escuela’.
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Es que David Pabón es un digno representante de esa romántica salsa añeja que mantuvo hechizado al mundo con su alta dosis de seducción, entre las décadas de los 80 y 90. Y por eso defiende tanto este género, que hasta bromea con los nuevos estilos que considera un poco facilistas. Así lo dejó sentir en una rueda de prensa un día antes de su presentación en el Puerto Principal.
“Se ve que aún hay una clase de cultura, pero lamentablemente se ha perdido bastante por un género y una generación media rara, que no respetan a los artistas viejos. Ellos creen que son los dioses. Siempre respeté a los artistas que llegaron antes que yo, a mis ídolos, a los maestros. Ahora hay unos muchachitos que no les importa quién es uno y cantan ‘ba, ba, ba, yo soy el bravo, ba, ba, ba’. Yo no los entiendo a veces hablando, pero ahí vamos”.
¿Entonces David Pabón es un gran crítico del reguetón, del género urbano o de un artista en específico?
No, me parece espectacular el reguetón, es lo máximo. Es el género más importante que hay en el mundo. Me encanta que les vaya bien a los muchachos. Pero en cuestión musical, mi escuela musical es más profunda. El reguetón musicalmente no representa mucho avance y la lírica, peor. Pero si al mundo le gusta, qué puedo hacer.
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Y al mundo también le sigue gustando la salsa.
Eso es importante y a veces uno pierde la esperanza o dicen cosas tontas como “se acabó la salsa”. Pero yo he visto a niños que les encanta la salsa, a jóvenes. Quiere decir que a todos les gusta. Si los padres le ponen salsa a los hijos, ellos aprenden. Pero si les enseñan a escuchar solo una bobería o los dejan escuchar lo que ellos quieran, y no les ponen buena salsa, buenas baladas, buenos boleros, a sus hijos, pues no aprenden.
¿Qué podemos esperar de su presentación en Guayaquil?
Voy a cantar con todo mi corazón mis éxitos, definitivamente todos mis 35 años de historia. También hago mis regalos al público desde la tarima, regalando cositas. Y también voy a interpretar algunos temas que son de otros artistas que ya no están con nosotros, salseros importantes con éxitos mundiales, para recordarlos a ellos y que a la gente le fascina. Como Eddie Santiago, Nino Segarra, Héctor Tricoche, Lalo Rodríguez.
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Ha grabado una nueva versión de Aquel viejo motel. ¿Cómo pueden tomar esa canción las nuevas generaciones?
Lo que hice fue una versión diferente por el 30 aniversario, hace 5 años. Le cambié un poco la letra y le hice un video súper cómico. No tiene nada que ver con la gente, es un tema que ya todo el mundo conoce. Voy a hacer ahora un video de un nuevo tema y tambien el video tendrá un formato totalmente diferente. Yo voy a hacer mil personajes, menos de cantante, menos el famoso. Se llama Hoy la vi pasar. Lo vamos a grabar en Ecuador, por que Los Adolescentes hicieron unas escenas en Guayaquil, pero ya yo tenía la idea de hacerlo hace años. Me gustaría hacerlo en el centro de la ciudad, si podemos subirnos al mono o encima de la cotorra, con mucho gusto.
¿Es cierto que su siguiente álbum es el último de su carrera, qué nos puede adelantar de ese trabajo?
Tengo como 8 temas y me faltan terminar otros, quiero hacer en total unos 12 o 13 para el número de mala suerte (risas). Posiblemente sea la última vez que grabo una producción completa. Pretendo no grabar más temas y no invertir dinero ni tiempo en grabar más temas, porque a veces nosotros los salseros invertimos bastante dinero en una canción que a otros les sale más barata, tenemos que invertir bastante para tener buenos temas. En segundo lugar, no nos gusta que se desperdicien los temas, porque para mí siempre un tema es como un hijo y uno tiene un hijo, lo presenta, nadie le hace caso. Eso le duele a uno, o que le digan feo o que se parece al vecino (risas).
También ha dicho que ha pensado en retirarse.
Desde los 12 años estoy en la música, también tengo otros negocios. Tengo otras pasiones. Yo pinto cuadros y hago inversiones por internet, lo que se llama trading. Me va muy bien, incluso doy clases a los jóvenes.
¿Cómo ha imaginado que será su despedida para su carrera musical?
Le estaba diciendo acá a mi socio de Ecuador que este año, y el próximo, lo tomo como vacaciones y me pongo a hacer los otros negocios. Gracias a Dios no me hace falta dinero, tengo plática para vivir. Durante un año me voy a dedicar a otras cosas. Quiero armar una escuela de Forex Trading y con mis pinturas hacer una exhibición, como hizo el de Mecano (José María Cano), que ahora es un pintor famoso. Uno no se puede limitar en el mundo.
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Yo soy renacentista desde que comencé. Se le llama renacentista al hombre que le gusta hacer diferentes cosas, como escultura, pintar, inventar. Pues yo creo que estoy en esa categoría, me gusta ser creativo cada día. Soy ingeniero en electrónica, me dedico a aprender cosas, mi mente nunca está tranquila. Yo sé de todo, políticas, ciencia, historia, espiritualismo. De todo yo estudio.
De repente el año que le sigue, el 2026, hago una gira de despedida. Yo vengo aquí, como a cada país, y les digo “chao, mua, los quiero mucho, dame encebolladito, arroz con camarón y guatita. Y adiós, Ecuador”. (E)
