El proyecto musical como solista de Álex Eugenio comenzó como un intento de “reinterpretación” del sonido tradicional y de la figura nostálgica y romántica del cantante de boleros. Ahora, sin embargo, el guayaquileño quiere “llevar más lejos” al bolero.
En su mente, la “evolución” del bolero viene de la mano del uso de sintetizadores y pedales de voz. Los tonos nostálgicos de su tema Quizás (La historia de nosotros), por ejemplo, mantienen la esencia del bolero, pero le añade efectos a la guitarra eléctrica propios de géneros como el dream pop o el indie. Su nueva tendencia, de hecho, la bautiza como latin dream pop.
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Ese cambio, en su sonido marcará su próximo sencillo, La sonrisa en tu mirada (que saldrá en plataformas digitales el viernes 28 de abril), y el de su siguiente disco, Veraneras que saldrá el próximo 16 de junio. La sonrisa en tu mirada es un “vals inspirado en las canciones sesenteras de los Beach boys” y en los bailes tradicionales de salón de esas décadas en Estados Unidos.
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La inspiración de la línea gráfica de la promoción de su próximo sencillo en su cuenta de Instagram también sigue los elementos retro de la conceptualización de la canción. Se basa en la película El graduado, protagonizada por Dustin Hoffman y Anne Bancroft, y la campaña tendrá algunas sorpresas en las redes del artista.
Aunque maneja sonidos nostálgicos, Eugenio no maneja una concepción dramática de su obra. “El bolero no es necesariamente algo triste. Me niego a pensar que es música sufridora, conmueve bastante porque viene de la felicidad del amor, no tanto de la decepción. Hay algo sublime ahí que tal vez ni yo entiendo muy bien”, aclara el cantante.
Muchas de sus canciones sí son de amor, pero otras, como Caminando la vida, lo inspiran a pensar en Ecuador. La dualidad del sonido nostálgico y la “felicidad del amor” están presentes en Quizás (La historia de nosotros), pues aunque habla de una ruptura, la guitarra logra ser nostálgica, pero alegre, y la letra denota buenos deseos a la otra persona protagonista de la relación fallida.
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Hacer música es “jugar” para Eugenio. “Es no tener miedo a expresarte. A veces canto tonteras, digo cualquier cosa, y de alguna cosa que dije algo me hace click y pienso que la canción debe ir por ahí”, expone. “La canción a veces se escribe sola, te dice por quiere debe ir, pero eso depende de cuánta música has escuchado y tus gustos”.
Durante el proceso de producción de su próximo EP, Eugenio trabajó con el productor Felipe Andino, quien lo ayudó a fabricar un “sonido cincuentero” con órganos y pedales de guitarra para darle un giro aún más nostálgico al bolero. “Es como si Los Panchos hubieran ido a grabar a la Yoni”, bromea el cantautor.
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“La música es una herramienta de viaje y de reposo. En tiempos difíciles uno a veces se pregunta si lo que está haciendo sirve de algo. Quiero crear un refugio de la realidad, para la imaginación”, apunta sobre su arte. (E)
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