El joven dúo guayaquileño conformado por Sebastián Cepeda y Belén Orellana apega su identidad al synth pop, indie, entre otros estilos, y ha logrado establecerse como una de las propuestas más destacadas del 2024 en el panorama musical independiente de la ciudad.

Publicado el pasado jueves y disponible en todas las plataformas de distribución digital, Karaoke muestra el otro lado del minimalismo; no el de guitarras, voces e instrumentos acústicos, sino el de sintetizadores, patrones rítmicos similares y voces armonizadas.

La canción cuenta con una melodía y estribillos que con dificultad se irán de la cabeza del oyente y de seguro pedirán ser repetidos. Punto a favor. Una composición bien lograda.

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Benazir (@benazir.wav) es una contradicción auditiva. Si bien podría identificarse con géneros denominados oscuros, su música es un deleite y puede alegrar a cualquiera desde la primera escucha.

Benazir es el dúo guayaquileño que explora géneros musicales únicos en la escena, como el ‘indie folk’, ‘shoegaze’ y ‘dream pop’

Algo que también resalta es su producción y estética visual, que están muy bien logradas y reflejan el trabajo de Cepeda y Orellana. En lo que a producción musical respecta, siempre se puede mejorar. El estándar de calidad de la música local sobresaliente es cada vez más elevado; por ende, los artistas deben jugar todas las cartas. Lo independiente de ninguna manera se refiere a menor calidad, complejidad o trabajo.

Desde el punto de vista del crítico, se sugeriría tal vez un poco más de sonido atmosférico o mayor profundidad, mismas herramientas que podrían mejorar la definición sonora.

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La secuencia de Karaoke aún se adhiere a aquella teoría de hacer todo uno mismo; sin embargo, a veces hay que romper esas barreras para poder ir más alto y plantearse nuevos objetivos. Pese a eso, sin duda alguna, una buena canción siempre será una buena canción. En este punto, eso no entra en discusión. (O)