“Es lo más emocionante del mundo, lo mejor que nos puede pasar”, dijo sonriendo Gabriela Torres, quien ha sido fiel seguidora del cantante Luis Miguel desde que ella era niña.

Ver al “Sol de México” en concierto, en Quito, este 21 de febrero, es algo que Gabriela y sus amigas han esperado con ansías por años. Ellas forman parte del club de fans del intérprete mexicano.

Las canciones de Luis Miguel han acompañado a Luis Cobo a lo largo de su vida. Temas como La Incondicional y Cuando calienta el sol, fueron claves en momentos inolvidables, relata el aficionado, que esperaba junto a su esposa para ingresar al estadio Olímpico Atahualpa, donde el show arrancará a las 19:30.

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“Creo que marcó una era y sigue siendo, tal vez, el cantante más importante que ha tenido Latinoamérica”, comento Luis, quien compró las entradas al evento el año pasado, apenas se confirmó el concierto.

Las puertas del estado Atahualpa, ubicado en el norte de Quito, se abrieron a las 15:00. Desde entonces los aficionados ingresan en orden por los distintos accesos.

Los espectadores deben presentar el boleto físico para poner entrar al recinto y no portar objetos prohibidos, como botellas, cinturones, bolsos, entre otros.

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La circulación de vehículos está restringida alrededor del “coloso de El Batán”. Además, aproximadamente 1.180 efectivos de la Policía Nacional y agentes metropolitanos se encargan de la seguridad y el flujo vehicular.

Vendedores ambulantes aprovechan para comercializar todo tipo de accesorios con frases alusivas al artista. Camisetas, cintas para el cabello, ponchos impermeables, pulseras, banderas...

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El clima no ha sido el mejor en la capital. El cielo ha permanecido nublado y hubo lluvias, que complicaron la movilidad. Por la tarde las precipitaciones pararon e incluso por un instante apareció el sol.

Los ánimos de los fans del cantante de 53 años son altos. Los asistentes llegan al estadio cargados de emoción y nostalgia, con ganas de cantar aquellos temas que los remontan a otras épocas, cuando las baladas, boleros y rancheras de Luis Miguel sonaban a diario en las radios. (I)