El amanecer de un sábado con la televisión encendida, observando la coronación del rey Carlos III cuando de repente suena un himno similar al de la Champions League. Así se vivió en Ecuador el recibimiento del nuevo monarca inglés, quien fue homenajeado por los cánticos del coro presente en la abadía de Westminster este 6 de mayo, donde se llevó a cabo el acto solemne.

Ya culminada la coronación, con Carlos y Camila portando las coronas de rey y reina, casualmente se introdujo la melodía del campeonato de fútbol entre las canciones destinadas al evento real. ¿A qué se debe esto? El himno de coronación, de George Händel (1742), fue uno de los temas seleccionados por el monarca; no el himno de la Champions como tal, que está basado en la obra de Händel y que fue compuesto por Tony Britten en 1992.

El mismo Carlos III solicitó que sea incluido en su triunfal ascenso al trono. El nuevo rey es un apasionado hincha de un equipo que difícilmente juegue una Champions: el Burnley. Pero es su fervor por el deporte y el majestuoso sonido de la composición de Händel destinado a ceremonias de la realeza lo que hizo incluir esta canción dentro del repertorio.

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Los presentes hicieron muecas en el momento en que sonó. Algunos estaban confundidos, otros no sabían si estaban escuchando bien y hubo quienes sonrieron inmediatamente, pues los transportó al mundo del fútbol.

Britten, usando una obra que ya no tenía derechos de autor, propuso su adaptación a la UEFA en 1992 y fue aprobada, por lo que las generaciones actuales relacionan ese sonido con el himno de la Champions y nada más. El himno de la Copa de Europa contiene letras en inglés, francés y alemán. (E)