A sus 32 años, Diego Ulloa sigue apostando por el cine y teatro ecuatoriano. El actor cuencano, quien vivió en Pasaje (El Oro) desde los 11 y se mudó a Quito a los 18, se encuentra enfocado en la escritura de guiones. Así, pasa de estar frente a las cámaras para ponerse detrás de ellas al producir, escribir y dirigir.

Diego divide su tiempo al vivir entre la capital del país y España, pues tiene proyectos en ambos. “Ahora estoy escribiendo una película basada en un hecho real muy interesante que ocurrió en Cuenca hace algunos años y también el guion para una obra de teatro que me gustaría estrenar este 2024”, confiesa en una entrevista concedida a Diario EL UNIVERSO, donde habló de sus inicios, desarrollo actoral y producciones a futuro.

¿Cómo entras a la actuación?

Yo comencé en el mundo de la actuación porque entré en Incine, un instituto de la ciudad de Quito y mientras cursaba ahí mis estudios le conocía a los chicos de Enchufe TV. Ellos me invitaron al inicio a salir como extra en sus videos y luego les gustó mi trabajo y perfil, desde ahí me comenzaron a dar más papeles.

Publicidad

Esa fue mi primera incursión en la actuación, luego ya comencé a hacer obras de teatro y otro tipo de contenidos, hice una serie y una película.

Recuerdo que me mudé solo a los 18 porque tanta era mi pasión y mi sueño por la actuación que dije “me voy a lanzar” a pesar de no conocer a nadie. El hecho de que mis papás me dejaran estudiar cine para mí ya fue algo tan grande, que no me importaba dónde hacerlo. Sí hubo objeción por parte de mi papá porque estudiar cine en ese entonces era una locura, pero mi mamá lo convenció.

Finalmente mis papás me dijeron “te vamos a apoyar, pero te vas a tener que ir solo”, y eso fue lo que hice. Por suerte me fue superbién y ya ahora, por ejemplo, mi mamá vive en Quito.

Publicidad

¿Cómo diste con el equipo de Enchufe TV?

Los conocí por suerte, porque ellos estaban como dos años más arriba que yo, pero una mañana recuerdo que salieron a buscar extras en el patio del instituto y me lancé a la oportunidad. Tal vez ese día si no hubiese estado ahí, nunca hubiera podido trabajar con ellos. Cada oportunidad es un aprendizaje así tengas éxito o fracases.

Yo fui escalando poco a poco. Mi primera aparición fue creo que en el segundo o tercer sketch del canal y yo salía de fondo saludando no más. Luego el primer video que realmente se volvió viral y que me cambió la vida fue el de Super Campeonas. Ahora tiene más de 100 millones de reproducciones y cuando se estrenó, ya las personas en la calle me pedían fotos y me reconocían.

Publicidad

Hay un antes y un después en mi vida con ese video, que fue como el que puso a Enchufe TV en el mapa internacional.

¿Esperabas alcanzar ese nivel de reconocimiento?

Yo la verdad no me lo esperaba para nada. Siempre tuve ese sueño de hacer cine y ya solo con mudarme a Quito para estudiar y poder codearme con personas que tienen la misma pasión que yo, ya era para mí un gran logro.

Nunca pensé que todo esto iba a pasar, creo que ni los propios creadores de Enchufe TV se imaginaron jamás cómo les iba a cambiar la vida. Esta es una carrera muy difícil, y por eso digo que he tenido mucha suerte de haber estado en el lugar correcto para que se me abrieran las puertas indicadas. Trato de apuntar cada vez más alto, por eso también estoy estudiando.

¿Cuál fue tu rol en Amor en tiempos de likes?

Yo siempre había querido hacer una película de alguna idea propia, porque ya había escrito antes Dedicada a mi ex, pues estuve en el equipo de guionistas, pero no era una idea original. Tenía muchas ganas de hacer mi primera película, entonces un día le propongo a través de un mensaje a Alejandro Lalaleo hacer una.

Publicidad

Así fue como se inició esta idea de Amor en tiempos de likes, que es una comedia romántica que narra varios historias que se cruzan entre sí. El proceso fue tan rápido, la hicimos en un año creo, porque estábamos muy apasionados con el proyecto.

Algo que recuerdo durante el rodaje fue que pasaron muchas cosas buenas y malas. Una de las malas fue que un día grabando a las 06:00 en la parada de un semáforo en Cuenca que estaba haciendo un sonido, y sin querer en nuestra ignorancia lo apagamos para poder grabar la escena sin ruido. A los dos días encontramos una queja en Facebook de que habíamos apagado el sonido que era en realidad una ayuda para que las personas no videntes pudieran cruzar la calle.

Eso fue un error que ni lo vimos venir porque no sabíamos el significado de ese pitido del semáforo. Acá tampoco hay mucha industria de cine, por ende no hay protocolos y hay cosas que se aprenden en el camino, nunca nos imaginamos la importancia de ese pitido.

Pero hubo muchísimas cosas buenas, las personas en Cuenca estaban muy felices de que grabáramos ahí, pues cuando iba el elenco a filmar sus escenas que incluyó a Danilo Carrera, Érika Vélez y Carolina Jaume, se tomaban foto con la gente en las calles y se emocionaban mucho.

Su proyecto favorito hasta ahora

“Yo creo que Amor en tiempos de likes fue un proyecto muy bonito de hecho, creo que a cualquier persona que haya trabajado en la película le puedes preguntar y seguro te va a decir que se llevó un muy buen recuerdo porque como equipo trabajamos superbién”, cuenta el cuencano.

“Se sentía como un ambiente muy amigable, nunca hubo peleas ni roces, cosas que son fáciles que se den en una película por el estrés y los ritmos de rodaje, pero fue una experiencia superlinda. También recuerdo con cariño a Mortal Glitch, la serie que hicimos para YouTube Originals que me gustó mucho porque creo que en el país nunca se ha hecho ciencia ficción”, expresa el artista.

El presente de Diego Ulloa

El actor actualmente está cursando una maestría en Escritura de guiones. “Quiero aprender más sobre contar historias con la mayor calidad posible. Siento que en el cine ecuatoriano, quizás, una de las cosas más flojas son los guiones”, explica con entusiasmo.

“Ahora realmente me encuentro enfocado en la creación desde la escritura, por eso estoy escribiendo mi segunda película y una nueva obra de teatro, entonces eso es mi prioridad, pero también sigo actuando, produciendo y dirigiendo. Hago contenido para redes sociales, pero escribir es algo que me gusta mucho y por ahí podemos hacer cosas muy interesantes, dice.

Con la mirada en el cine ecuatoriano

Diego espera que se vuelva a activar el cine ecuatoriano en este 2024. “Siento que se ha dormido un poco con la pandemia y con la situación por la que está atravesando el país”, declara.

“Yo creo que hay un estigma que tenemos que sacar de nuestras cabezas, ese pensamiento de que el arte ecuatoriano es malo. Cuando estrenamos Amor en tiempos de likes, yo iba al cine de incógnito a ver si las personas entraban a verla y aunque muchos sí iban, otros decían cosas como “ay no, esa película es ecuatoriana, mejor veamos otra”. Entonces eso como cineasta del país me dolía muchísimo, porque a pesar de no haber visto ni el tráiler ya no la querían ver por ser algo nuestro. Generalizar el arte de todo un país como malo me parece algo nefasto, más aún si el comentario viene de un ecuatoriano”, manifiesta.

“Hay que ver las cosas con optimismo, siento que existe toda una nueva ola de artistas que está surgiendo y que están apostando a crear cosas en el país para nuevos públicos. Esto es un trabajo de hormiga, así se va creando poco a poco una cultura de apoyar al arte ecuatoriano. Nos necesitamos los unos a los otros en el arte no solo por cultura, sino también por todo el movimiento económico que trae esto consigo”, enfatiza. (E)