En febrero, ‘Una pareja tóxica’ cuenta y canta sus problemas en la Sala La Bota, en Guayaquil

El humor se convierte en el recurso para ver los problemas de pareja sin complicarse la vida en la obra de Ruth Coello Una pareja tóxica, que se presenta el 8 y 9 de Febrero, a las 19:30 en la Sala La Bota (malecón del Salado, entrada $ 15).

Son solo dos funciones, por el momento, en las que Hilda Saraguayo y Danilo Esteves se convierten en Tania y Rodrigo, personajes a los que la guionista y directora Coello ha modelado para que el espectador se reconozca.

“Son situaciones muy parecidas a la vida real; el público se siente identificado; las mujeres hablan, los hombres gritan a favor o en contra de uno de nosotros. ‘¡No le creas!’, dice Saraguayo, quien explica que se explorarán las varias etapas, el coqueteo, el enamoramiento, la convivencia, las dudas, el tedio.

“La obra está concebida para que se maneje en dos tiempos, uno es ‘intro’, se plantea la historia de los dos, y en el otro, tipo stand up, los personajes interactúan con el público, hacen reflexión y rompen totalmente la cuarta pared”, señala Coello.

Todos nosotros, hombres y mujeres, mentimos en la primera cita, para parecer agradables, para encajar, para ser atractivos. Eso queda sembrado, y con la convivencia, lo que no es cierto, va a aparecer.

Ruth Coello

Y otra de las dualidades de la obra, comparte, es el ocultamiento y la frontalidad. “Todos nosotros, hombres y mujeres, mentimos en la primera cita, para parecer agradables, para encajar, para ser atractivos. Hablamos de fútbol, aunque no sepamos, vemos lindas las mascotas, aunque no terminen de gustarnos. Aceptamos todo aunque no nos guste. Eso queda sembrado, y con la convivencia, lo que no es cierto, va a aparecer”.

Pero la toxicidad tiene otras capas, como los celos desmedidos, el afán de controlar al otro a través del orden o de ciertas rutinas. Y tal como la vida, la historia de esta pareja tiene una banda sonora, en este caso retro, pues oiremos a Saraguayo y a Esteves cantar su relación a través de temas de José Luis Rodríguez El Puma, Carlos Mata, Ricardo Montaner, Yuridia, y como no todo es romance o despecho, Technotronic.

“La música está muy relacionada con las emociones, es otro lenguaje de la obra, ellos se comunican con la música, y el público también lo asocia con sus propios recuerdos y hace link con la pareja tóxica”. Coello asegura que ha aprovechado el hecho de que los dos actores cantan. “No son cantantes, pero son muy entonados, se llevan muy bien en escena, tienen mucha química, mucha complicidad, sin haber tenido que pasar por un proceso de ruptura ni ser pareja, son superamigos y se ven muy consolidados en escena, es creíble”.

Este es el primer protagónico que Saraguayo y Esteves hacen juntos, a pesar de conocerse desde hace mucho tiempo. “Nos encontrábamos como panas en reuniones, hemos estado en programas de televisión, pero nunca habíamos trabajado, y al final hemos tenido una química impresionante; no lo sabíamos, pero se venía encaminando”, dice la actriz.

Se propusieron interpretar a una pareja, se encontraron con Ruth Coello. “Fue una cuestión del destino”, dice Esteves, quien ha logrado junto con su colega sumergirse en el personaje y fácilmente manifiestan ‘celos’ el uno por el otro.

Las condiciones de la ciudad y del país no son las mejores para el entretenimiento. Mucha gente dejó de salir por miedo y las temporadas se volvieron más cortas, los espacios alternativos no tuvieron el público que se esperaba y ciertas funciones tuvieron que cancelarse.

Ruth Coello

La intención del equipo es llevar la obra de gira primero por Guayaquil y luego a Quito y Cuenca. “No lo hemos hecho antes (salir de la ciudad), porque los caminos están un poco peligrosos, pero ya hemos tomado la decisión”, dice Coello. Otra forma de exponerla será llevarla a plataformas audiovisuales y ampliarla con dos o tres personajes más, que luego podrían incorporarse al teatro.

En este momento en Ecuador “estamos necesitando mucho arte, olvidar lo duro que estamos pasando, juntarnos, vernos, sentirnos, reírnos, saber que hay todavía posibilidades. Es importante lo que hacemos como artistas”, opina la directora.

La respuesta del público a la cartelera de 2023 los sorprendió gratamente, y Coello cree que escoger el lugar es una de las claves para que el asistente tenga una sensación de seguridad: ¿dónde va a dejar su carro?, ¿cómo va a llegar si no lo tiene?

“No a todo el mundo le fue bien, las condiciones de la ciudad y del país no son las mejores para el entretenimiento. Mucha gente dejó de salir por miedo y las temporadas se volvieron más cortas, los espacios alternativos no tuvieron el público que se esperaba y ciertas funciones tuvieron que cancelarse”.

Cuando la producción la hace el mismo director o el grupo de actores, el revés es entendible. “Sí se ha afectado la industria”, reconoce Coello. “Pero cuando el temor prima, los artistas, no solo los actores, tenemos un papel importante para que la gente no termine de volverse loca; cuando una obra tuvo buen público significa que durante un momento desconectaste a esa persona de una realidad asfixiante y le diste un escape, y eso ya es valorable”.

La estrategia de los actores frente al momento adverso ha sido unirse y sumar su poder de convocatoria y sus talentos, el respaldo de sus redes sociales y sus seguidores. “Ahora pautamos en redes, lo que no se hacía antes, porque nos bastaba con la difusión orgánica”, y así, han dejado de trabajar solos para colaborar. (E)