La trama se desarrolla en el sótano de un edificio donde funciona un restaurante, el mejor de la ciudad. En esa diminuta oficina, Sam (Víctor Aráuz) es un actor de mediana edad, frustrado por el trabajo que tiene, donde labora como operador telefónico. Su día no es fácil, debe atender las interminables llamadas de los comensales que anhelan una mesa, la mejor, del restaurante de moda. Levanta la bocina e inmediatamente ingresa otra. Y cuando tiene un momento sin llamadas de trabajo, su teléfono personal suena y cuando cree que por fin tiene un tiempo para él, la maratón de llamadas de clientes, compañeros abusivos y un jefe explotar vuelven con más fuerza.