Así fue el episodio final de ‘Succession’, la aclamada serie de HBO sobre un imperio familiar

El último episodio de Succession se estrenó este domingo, dándole un cierre a la serie de HBO que durante cuatro temporadas, ha retratado la difícil dinámica entre los hijos de la traicionera familia Roy, que se disputan el mando de su gigante empresa.

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La última temporada llegó con el evento que Kendall, Roman, Shiv y Connor habían temido y esperado durante años: la muerte de su padre, Logan Roy. Logan fue el creador y fundador de Waystar Roco, y mantuvo por décadas el nombre de su compañía en alto.

Con la avanzada edad del patriarca, surgió el dilema sobre quién iba a tomar su rol cuando él fuera incapaz de hacerlo, dando pie a todos los conflictos familiares de las tres primeras temporadas.

Al iniciar el episodio final, que se estrenó este domingo, todas las señales apuntaban a Kendall, quien se perfiló desde el piloto de la serie como el obvio sucesor. Kendall había convencido a sus hermanos de mostrar un frente unido y ser él quien liderara a la empresa y la salvara de caer en manos de extraños a la familia, como Lukas Matsson.

Pero una traición de Shiv, la hija menor y la favorita de su padre, demolió el imperio.

Shiv, que además se enfrentaba a la ruptura de su matrimonio con Tom, quien se vio descubierto como aliado de Matsson, cambió su voto en la junta directiva de Waystar Roco a último momento, luego de que Kendall perdiera la calma. Así fue como Matsson, junto a Tom, se apoderó de la empresa.

Una secuencia de decisiones que obedecían a la naturaleza de cada hermano provocó que los lazos que unían a los Roy con la empresa de su padre se rompieran, alejándolos a todos de lo que alguna vez pensaron que sería su destino.

La traición se vuelve más trágica al recordar la emotiva escena que Kendall, Roman y Shiv compartieron en ese último episodio en la cocina de la casa de su madre, todos riendo y sugiriendo que había un vínculo más fuerte entre ellos que el trauma creado por su padre.

La serie ha llegado así a un devastador fin que no necesitó contestar las inquietudes de los espectadores sobre qué pasará con la familia Roy luego de perder el trono que anhelaban. (E)