La Real Academia Española (RAE) define el perdón como un acto de “indulgencia”, o como la “remisión de la pena merecida, de la ofensa recibida o de alguna deuda u obligación pendiente”.

Siempre se nos ha dicho que debemos perdonar, incluso la mayoría de las religiones llevan implícito el perdón como una cualidad.

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No obstante, Luis Andrés Figueroa, escritor y experto en psicoanálisis, considera que el perdón no deber ser visto como una “obligación”.

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“Hay gente que no tiene qué perdonar los errores que hemos cometido con ellas”, argumenta en una publicación compartida en su cuenta en Instagram @soyluisandres.

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Se puede pedir perdón y no recibirlo

“Uno puede arrepentirse y puede pedir perdón, pero la otra persona no está en la obligación de perdonar si no lo siente”, afirma.

“El perdón no es obligatorio y hay que aprender a que por muy arrepentido que uno esté de los errores que cometió no siempre nos van a perdonar como nosotros queremos”, subraya el psicoterapeuta.

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El perdón no es obligatorio y la persona tiene todo el derecho a decir no te perdono, no te dejo pasar esta que me hiciste y es absolutamente válido, y hay que aprender a aceptar eso”, insiste. (I)

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