Para unas fue silencioso, no presentaron ningún síntoma al inicio y cuando reaccionaron ya la enfermedad había avanzado. Otras, en cambio, sintieron dolores, masas o bultos, enrojecimientos, hinchazón, hendiduras, los pezones se les retrajeron o hundieron. También hubo casos en los que pese a tener molestias y signos visibles no acudieron a consultas por temor o por vergüenza.