El dolor de huesos y articulaciones es constante. Siente malestar, debilidad a causa del crecimiento de los huesos y de un tumor por la enfermedad rara llamada acromegalia. Ya son tres meses que el hospital Abel Gilbert Pontón no le da la ampolla octreotida, parte de su tratamiento para controlar este mal. A más de eso, le envían a hacerse los exámenes de laboratorio en centros privados porque no hay reactivos ni el resto de medicinas que ella necesita.

Este es el padecimiento de Mayra Jalca, guayaquileña de 44 años. Ella es parte de los 280 pacientes diagnosticados con acromegalia en Ecuador que padecen por la escasez de su medicación en hospitales del Ministerio de Salud y del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS), según Margarita Vázquez, de la Fundación Apoyo al Paciente con Acromegalia, que agrupa a unos 200 enfermos.

Sin embargo, el malestar por falta de tratamientos aqueja desde hace años a más pacientes con enfermedades catastróficas, como cáncer, VIH, trasplantados de órganos, con enfermedad renal crónica, males hepáticos crónicos, enfermedades raras, entre otras.

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Para consolidar la lucha por la dotación de tratamientos a estos males, líderes de fundaciones de pacientes crearon la Alianza Nacional por la Salud.

Gustavo Dávila, fundador y coordinador nacional de la ANS, comentó que son más de 33 organizaciones con pacientes con este tipo de enfermedades, a más de colegios de médicos, académicos, entre otros especialistas, para poder dar soporte a los pacientes que se desesperan al ver que no se les da el tratamiento que necesitan.

“Solo en trasplantados se habla de 5.000 pacientes, en el tema de cáncer tenemos 1.300 guerreros en la fundación en catorce provincias del país. Entonces queremos que el acceso a los medicamentos sea continuo, no cada tres meses llevar a los pacientes a los plantones para que haya la dotación. Ellos necesitan de forma urgente, la enfermedad no espera, los consume”, comentó Dávila.

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Añadió que representantes de la ANS se mantienen en reuniones con autoridades para un mejor sistema integral de salud y evitar actos de corrupción como la entrega de carnés de discapacidad a quienes no tenían esa condición, solo para beneficios propios.

Mayra comentó que se hace tratar en el hospital Abel Gilbert Pontón, que allí ya no hay para los reactivos y que los exámenes de laboratorio solo le hicieron tres, el resto le mandaron la orden para que se los hiciera en un laboratorio privado que le salió por $ 58.

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“Yo por eso vengo a la Bahía a seguir trabajando porque quién me da para pagar esos gastos de mi enfermedad. Yo porque me las arreglo, pero mis compañeras, muchas no tienen ni para comer y cómo compran los medicamentos. Incluso yo misma he intentado comprar la ampolla octreotida de forma privada, pero me cobran pasados los $ 400, eso es imposible para mi presupuesto”, lamentó la mujer.

A su puesto de pañales en la Bahía llegó otra de sus compañeras de lucha contra la acromegalia. Es Bella, de 39 años, que ayer tuvo consulta médica en el mismo hospital pero también le mandaron a hacer los exámenes fuera y no le dieron medicina. “Ella se siente con escalofríos, baja de presión, se está hasta hinchando por falta de medicamentos, a ella le está afectando más y no tiene cómo comprar la medicina, es la realidad”, comentó Mayra.

A más de este grupo de pacientes, los enfermos con cáncer como la leucemia también padecen de la ausencia de sus tratamientos. Por ejemplo, en el hospital Teodoro Maldonado Carbo (HTMC) hay más de 48 pacientes de leucemia que no cuentan con la medicación.

“Hemos solicitado de forma particular que se compre el fármaco tasigna, es un medicamento que se usa para tratar la leucemia mielógena crónica. Queremos saber cómo está el proceso de compra para que los pacientes tengan su medicina a tiempo porque cuando pasan los meses esa medicación ya no les hace efecto, la enfermedad avanza y luego es más difícil controlarla, imagínese que muchos compañeros de lucha han sucumbido ante esta enfermedad”, comentó Frank Alarcón, paciente con leucemia crónico y vocero de la agrupación Pacientes con Leucemia Bekampa.

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Acotó que él se hace tratar en Solca porque fue derivado del Teodoro Maldonado (HTMC) y allí sí le dan su medicación y tratamientos, pero a sus compañeros en el HTMC pasan haciendo denuncias particulares en Defesoría del Pueblo. “Hay una disposición de la Corte Constitucional para que se compren los medicamentos en el hospital Andrade Marín en Quito, donde hay más de 50 pacientes con esta enfermedad y necesitan con urgencia el tratamiento”, explicó.

Añadió que hay muchos enfermos no saben cómo gestionar sus tratamientos y que padecen por conseguir esa medicina, sufren mucho en sus casas sin solución a este problema.

Autoridades del Ministerio de Salud recorren los hospitales para conocer el problema de desabastecimiento a nivel nacional, que vienen desde el anterior Gobierno. Indicaron que se hará un plan para poder dotar de la medicina que hace falta en los hospitales para que la atención mejore. (I)