El año pasado Emilia inició su vida preescolar. Las primeras semanas fueron muy difíciles para ella: era la primera vez que se separaba por varias horas de su madre, además de que tenía que convivir con otros niños que precisamente no eran sus hermanos mayores. A eso hay que añadirle que en el aula se topó con una nueva figura de autoridad: una maestra parvularia.

A pesar de todo ello, la Miss Ceci –como de cariño le llamaban sus alumnos– logró ganarse su confianza. Con el tiempo Emilia empezó a darle fuertes abrazos cada vez que veía a su maestra y también a contarle sus inquietudes. Así como ella, otros de los niños de su salón vivieron la misma experiencia con la profesora.

Y de pronto llegó enero de 2019 y todos dijeron adiós: los pequeños tuvieron una gran fiesta, pero lo que no sabían es que esta sería la última con su querida Miss Ceci. Durante las vacaciones Emilia le preguntaba a su madre constantemente por su maestra y le pedía que la llevase donde ella.

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En nuestro sistema preescolar (dirigido a niños de entre 3 y 5 años) regularmente los pequeños trabajan con una sola maestra; y cuando pasan a otro periodo lectivo, el cambio de figura es inevitable.

Pero, ¿cómo explicarle a un niño tan pequeño que no seguirá con la misma maestra el siguiente año? La psicóloga educativa Karina Alvarado señala que una comunicación clara es la mejor herramienta al momento de abordar estos temas. “Uno de los consejos que siempre les doy a los padres es que durante todo el año lectivo conversen con sus niños de que en el siguiente periodo tendrán una nueva maestra, una nueva amiga”.

Afirma que es una manera de que se vayan acostumbrando a la idea, “que tendrá que ser reforzada por su profesora actual”. “Es importante también la colaboración del educador. Hay maestros de un nivel a otro que están en constante comunicación y que incluso visitan los salones de sus futuros alumnos, es una estrategia para que la asocien como su potencial maestra”, dice Patricio Cárdenas, psicopedagogo.

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Miguel Vera, educador y terapeuta infantil, aconseja un “acercamiento más personal entre el niño y el nuevo maestro”. “Hay instituciones que permiten que los padres se acerquen con sus hijos unas semanas antes de que inicien las clases para presentarse de manera individual”, agrega el especialista.

Recuerda que es primordial una buena disposición de los padres en el acompañamiento de estos procesos “un tanto drásticos de sus niños”. “Cada pequeño tiene su tiempo de adaptación, debemos tenerles paciencia, hay que evitar hablar en tono alterado”. (I)

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Reforzar vínculos

Es probable que el niño que ya esté en un nivel superior busque su antiguo salón y maestra. Los especialistas dicen que esta actitud es normal y recomiendan que antes de ingresar a la nueva aula los padres lleven a sus hijos con su antigua profesora, pues ella reforzará su confianza y el menor sentirá que su cariño por este se mantiene intacto. Además, la educadora le recomendará a la nueva maestra, incluso una buena táctica es que la anterior profesora presente a la futura docente.