¿Cuánto alcohol es demasiado? Un médico le recomendará que, idealmente, se atenga al consumo mínimo, como una copa de vino diaria (aproximadamente 5 onzas). No más, si en verdad desea evitar las consecuencias.

Tiene peso el tipo de bebida que elige, pues cada una tiene diferentes cantidades de alcohol. Una cerveza (personal) tiene 5 %. El vino (una copa) de 12 a 15 %. Una medida de whisky, ron o vodka hasta un 45 %.

¿Cuáles son los efectos? “Dependiendo de la cantidad y los niveles del alcohol en la sangre, habrá diferentes manifestaciones”, explica la médico internista Gabriela Altamirano. La prueba de alcoholemia lo cataloga así:

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  • Desinhibición: 0,05 ml.
  • Euforia: 0,20.
  • Confusión: 0,30
  • Coma: 0,50
  • Paro respiratorio: 0,60.

Además, los efectos dependen de varios factores personales:

  • La edad. Mientras envejecemos, disminuye la función hepática y la función renal, hay mayor probabilidad de hígado graso, y la asimilación de alcohol se vuelve más problemática.
  • Independientemente de la edad, la función hepática. “Muchos pacientes no saben que tienen hepatitis B hasta que se hacen exámenes preparatorios para una cirugía”.
  • La medicación. Hay contraindicaciones, como con los antiparasitarios.

No se trata solo del hígado. El alcohol tiene efecto en otros órganos. Una preocupación actual es la miocardiopatía dilatada asociada por abuso de alcohol. También hay desórdenes del sistema nervioso (polineuropatías) por alcohol.

Cuídese de las mezclas

No se trata únicamente de limitarse a un único tipo de bebida. Es más sensato medir las cantidades. Generalmente quien combina bebidas alcohólicas, explica la doctora Altamirano, se entusiasma y suma paulatinamente gramos de alcohol, para luego atribuirle los efectos a la mezcla.

Otra cosa a la cual estar atentos, según la especialista, es el origen (o la pureza) del alcohol. “Las intoxicaciones también provienen de productos alterados”.

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La forma más común de alteración es la mezcla con alcohol de madera o metanol. El doctor Francisco Plaza, vocero de Fumcorat (Fundación Médica contra el Ruido, Ambientes Contaminantes y Tabaquismo), detalla que el metanol tiene más de 90 % de alcohol, y su consumo en la mayoría de los casos causa la muerte o deja a los sobrevivientes daños irreversibles en la visión, función hepática y renal y sistema nervioso central. Los síntomas: embriaguez rápida, visión borrosa, vómitos, diarrea, dolores y calambres abdominales, dificultad para respirar, desmayos y conducta muy agresiva. Es esencial la atención médica de emergencia. “Cuando le ofrezcan un licor, por su seguridad, pregunte dónde se lo adquirió, para así evitar accidentes graves”.

Las bondades del vino tinto

Incluso los médicos hacen diferencia entre el vino tinto y otras bebidas alcohólicas. La clave está en el resveratrol, un antioxidante. “La actividad celular requiere oxígeno. Producto de ese consumo, se producen desechos o radicales libres. Con el tiempo, se acumulan y destruyen las células. Los antioxidantes combatirían eso. Una de ellas es el resveratrol”, dice Altamirano.

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Hay que precisar que la función no es curativa, sino preventiva, e incluso allí es limitada. “No se ha visto que ayude a prevenir y disminuir el envejecimiento en todas las células del cuerpo, pero sí tiene función benéfica en las células cerebrales, sin causar efectos adversos”.

Por esto se habla de tomar una copa de vino tinto al día. Así se podría enlentecer la degeneración neurológica, mas no detenerla. “El proceso es inevitable, con o sin antioxidantes o medicamentos”. El resveratrol también se estudia en enfermedades como la cardiopatía isquémica.

No es buena combinación alcohol y diabetes. Ocasionalmente no causa problemas. El abuso, en cambio, puede conducir a enfermedades como pancreatitis crónica o aguda.

Alimentos al rescate

Además de encontrar alivio ingiriendo analgésicos de venta libre, bebiendo mucha agua y reposando en cama, igualmente consumir algunos alimentos contribuyen a atenuar el proceso de la resaca.

Silvia Rodríguez, médica nutrióloga, enfatiza en la importancia de la rehidratación. “Puede ser con agua y electrolitos”, explica. Los electrolitos son minerales presentes en la sangre y otros líquidos corporales que cumplen un papel importante en la cantidad de agua en el cuerpo, el pH de la sangre, la actividad muscular, entre otros procesos.

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Uno pierde electrolitos cuando suda y debe reponerlos tomando líquidos que los contengan. Lo mismo sucede al beber alcohol. Las soluciones de electrolitos son buenas para remplazar la sal y el potasio perdidos en una noche de juerga. Tome en cuenta que el agua no contiene electrolitos.

En ese caso, por ejemplo, una gran opción es el té de hierbas para recuperar estos minerales. Incluso, los caldos ligeros o consomés, vegetales con alto contenido de agua (pepino, apio, espinacas) y los jugos naturales de frutas, destaca una publicación de la Biblioteca Americana de Medicina (U. S. National Library of Medicine). “Recomiendo a mis pacientes realizarse un licuado de apio con espinaca y frutillas (sin azúcar) al día siguiente de haber tenido una fiesta donde se ingiere mucho alcohol, para desintoxicarse”, ilustra Rodríguez.

En cuanto a los sólidos, la nutricionista insta a comer también alimentos ricos en potasio (como el guineo y el tomate) y en sodio. “Y comer pescado, ya que mejora la circulación sanguínea”. Una dieta blanda con tostadas y galletas saladas igualmente puede mejorar la glucosa sanguínea y calmar el estómago, resalta en cambio la clínica Mayo.

Eso sí, mejor ver de lejos el café o las bebidas gaseosas, los remedios más populares para sobrevivir el chuchaqui. “Es un mito que eliminan la resaca. Ambas son estimulantes del sistema nervioso central y vasoconstrictor, lo que ocasionará una fuerte cefalea al día siguiente”, puntualiza Rodríguez.

No olvide que las curas universales y comprobadas para combatir la resaca se resumen en dos: no beber de hecho (y así evitarla en un principio) y el tiempo. Por lo general, el efecto del infame chuchaqui es máximo la mañana siguiente después de una noche de haber bebido mucho. Y en la mayoría de los casos las secuelas desaparecen solas, aunque pueden durar hasta 24 horas, señala un reporte de la clínica Mayo.

Pero en todas las situaciones es una sensación bastante desagradable. Para algunas personas, un solo trago con alcohol es suficiente para provocar la odiosa resaca.

La verdadera prevención

Hay un malentendido entre el público, comenta la doctora Altamirano: se piensa que es posible prevenir la hepatitis alcohólica o el hígado graso (o la resaca) mediante protectores hepáticos. “Si quiere evitar el daño hepático, limite el consumo de alcohol. Está demostrado que el uso de hepatoprotectores como preventivos no evita los efectos nocivos de una alta ingesta alcohólica”.

Los sueros de vitaminas para lavar el hígado y las cápsulas de vitaminas del complejo B califican también como creencias populares. En cambio, estas son útiles en personas con carencias muy grandes: niños en desnutrición, pacientes de cáncer.

Si quiere evitar el daño hepático, limite el consumo de alcohol. Está demostrado que el uso de hepatoprotectores como preventivos no evita los efectos nocivos de una alta ingesta alcohólica.

No beba si…

  • Tiene hígado graso, hepatitis B o C (es posible que usted no lo sepa).
  • Toma medicación con antidepresivos, ansiolíticos o antipsicóticos. “Pueden sumar efectos y causar mayor depresión y somnolencia”, indica Altamirano.
  • Es adulto mayor y vive solo o con otros adultos mayores. “Una de las cosas más temidas son las caídas y las fracturas”.
  • Tiene un trabajo que involucre la seguridad de otras personas.

¿Qué hacen algunos guayacos?

Mafer: Lo más importante es hidratarse. Tomar agua mientras bebes y después. También ayuda mucho preparar tu hígado no haciéndolo trabajar en exceso con comidas grasosas y tomando previamente un protector hepático (silimarina + complejo B + coenzima Q10) antes de beber y después de beber. Pero lo mejor para no tener chuchaqui es no beber.

Israel: No tomo mucho, solo para cumpleaños o fin de año, pero cuando tomo, por lo general solo tomo de una misma bebida, si empiezo con cerveza, termino con cerveza, si comienzo con vino, termino con vino. Y así no me da chuchaqui al día siguiente.

Carolina: Lo que a mí me funciona siempre es tomar una pastilla potente para el dolor de cabeza y dormir lo máximo posible. Al despertar tomar alguna sopa caliente (de pollo o encebollado) y durante el resto del día mucha agua y bebidas hidratantes, incluso suero oral. Nunca falla.

Vanessa: En mi caso, necesito tomar alguna cosa que me reponga electrolitos. Entonces tomo agua muy helada con un cuarto de cucharadita de sal, una jarrita y despacio, durante todo el día. Y algo para el dolor de cabeza que siempre está.

Andrea: Yo me baño con agua fría, tomo café y agua helada. (I)