E. H. Gombrich, uno de los historiadores del arte más influyentes del pasado siglo, autor de un célebre tratado sobre la materia, dijo en su momento: “En realidad no existe tal cosa como el arte. Lo que hay son artistas”. En su nuevo libro La civilización en la mirada (traducción de Silvia Furó. Editorial Crítica. Barcelona 2019, 256 páginas), la afamada clasista y profesora de la Universidad de Cambridge Mary Beard confiesa que con su obra pretende traer de vuelta a quienes observan el arte. Para ella, la historia del arte es sobre la forma como lo miramos. No se trata solamente sobre los hombres y mujeres que –con sus pinturas, lápices, arcillas y cinceles– crearon las imágenes que tenemos en el mundo, desde una bambalina barata hasta una “obra maestra”.

Su libro explora el arte, y nuestra reacción hacia él, en un gigantesco arco de unos mil años y alrededor de miles de kilómetros, desde la antigua Grecia y la antigua China, desde las esculturas de cabeza en el México prehistórico hasta mezquitas recientemente construidas en las afueras de Estambul".

La historia del arte es algo más. Ella está relacionada con las generaciones de la humanidad que han usado, interpretado, discutido y dado significado a esas imágenes. Un ambicioso plan que Beard lo aborda con gran erudición y estilo sencillo en esta obra relativamente breve, que incluye un buen número de fotografías de excelente calidad. Si no le ponemos atención a las discusiones y controversias y debates alrededor de las llamadas “obras maestras”, vamos a perder su significado.

Como lo señala Beard, su libro explora el arte, y nuestra reacción hacia él, en un gigantesco arco de unos mil años y alrededor de miles de kilómetros, desde la antigua Grecia y la antigua China, desde las esculturas de cabeza en el México prehistórico hasta mezquitas recientemente construidas en las afueras de Estambul. De esta enorme variedad de expresiones artísticas, la profesora Beard concentra su análisis en dos temas que los considera de lo más enigmáticos y a su vez controversial en la cultura del arte. El uno es el arte del cuerpo humano, concentrándose en varias imágenes muy antiguas de hombres y mujeres, ya sea que se trate de los faraones egipcios o los soldados de terracota que se enterraron junto con el primer emperador de China. El otro tema es el de las imágenes de Dios y de los dioses. Aquí el análisis que Beard anuncia se centra en las respuestas que han dado las religiones cuando se han enfrentado al complicado problema de pintar a lo divino. Un dilema que ha encontrado interesantes soluciones.

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La historia del arte es algo más. Ella está relacionada con las generaciones de la humanidad que han usado, interpretado, discutido y dado significado a esas imágenes".

A lo largo de estas dos coordenadas, la autora se dedica con envidiable rigor y novedosas observaciones a reconstruir la historia del arte como la historia de la manera como los individuos que observaban estas obras a lo largo de las épocas reaccionaban ante estas expresiones. Un tema que está presente a lo largo del libro es el de civilización sobre el que Beard adopta una visión diferente al concepto europeizante que ha estado tan cercano a Occidente.
El libro aparece como disponible en la página web de librerías locales. (O)