Todo medicamento, incluidas las vacunas, puede causar reacciones adversas leves, moderadas o graves. Sin embargo, no todas las personas experimentan efectos secundarios de gravedad tras vacunarse Generalmente el síntoma más común es el dolor en el perimetro donde fue administrada la vacuna, pero éste suele desaparecer rápidamente.

Además del dolor, se presentan síntomas como inflamación o enrojecimiento donde se ha administrado la vacuna, fiebre leve, escalofrío, cansancio, dolor de cabeza o dolor muscular y articular. Uno de los síntomas aparentemente más graves, son los desmayos.

El portal web vaccines.gov explica qué sucede con los efectos secundarios graves, que aunque son poco frecuentes generan reacciones que hay que evaluar. Por ejemplo, si se administra 1 millón de dosis de una vacuna, 1 o 2 personas puede tener una reacción alérgica grave, detalla el sitio.

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Otro ejemplo sería que por cada millón de personas vacunadas contra la viruela, entre 14 y 52 podrían tener una reacción que pone la vida en riesgo.

A continuación se enlistará los efectos secundarios graves o reacciones adversas luego de una vacuna:

  • Infección grave en los ojos o pérdida de la visión, debido a la propagación del virus de la vacuna al ojo.
  • Erupciones en la piel por todo el cuerpo (hasta en 1 de cada 4,000).
  • Erupciones en la piel intensas en personas con eczema (hasta en 1 de cada 26,000).
  • Encefalitis (reacción grave en el cerebro), que puede conducir a daño cerebral permanente (hasta en 1 de cada 83,000).
  • Infección grave que comienza en el sitio de la vacuna (hasta en 1 de cada 667,000, en su mayoría en personas con sistemas inmunológicos débiles).
  • Muerte (1-2 en un millón, en su mayoría en personas con sistemas inmunológicos débiles).
  • La oruga de la col, base de una compañía biotecnológica para desarrollar nuevas vacunas

Las reacciones adversas siguientes a la vacunación pueden clasificarse, en función de su causa. La OMS las clasifica en cinco categorías:

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  • Reacciones inducidas por la vacunación (incluyendo reacciones alérgicas). Respuesta individual producida por las propiedades inherentes al producto, cuando la vacuna ha sido correctamente manipulada y administrada.
  • Reacciones por defectos en la calidad de la vacuna.
  • Reacciones debidas a errores de programa: errores en el almacenamiento, manipulación o administración. A diferencia de la anterior, se puede prevenir y evitar.
  • Reacciones debidas a procesos ansiosos relacionados con el acto vacunal. No relacionadas con el producto, pero sí con el “miedo al acto vacunal”. Los 4 tipos más frecuentes descritos son: desmayo (síncope), hiperventilación (mareos, cefalea, hormigueo de manos y boca), vómitos y convulsiones.
  • Eventos coincidentes, no relacionados con la vacuna.
  • Reacciones idiosincrásicas o de causa desconocida.

Hay que tener en cuenta que vacunarse es mucho más seguro que contraer la enfermedad que previenen las vacunas y por ende es importante conocer más sobre la seguridad de vacunas y consultar con su médico si le preocupa su salud después de vacunarse. (S)