De niños en el campo nos hacían asustar con la leyenda tétrica de la valdivia o halcón reidor (Herpetotheres cachinnans), ya que nos contaban los mayores que cuando en la noche cantaba esta ave que parecía decir: “Hueco va, hueco va” era porque alguien iba a morir y se iba “al hueco”. Y cuando se reía a carcajadas, el susto era peor y había que ponerse a buen recaudo debajo de la sábana si era invierno o debajo de la colcha si era verano.