El martes 5 de octubre, a eso de las 20:45, la esquina de las calles Tungurahua y 9 de Octubre, junto a la plaza Rodolfo Baquerizo Moreno, congregó a decenas de ciclistas urbanos que pocos minutos después iniciaron una nueva pedaleada nocturna por las calles de esta ciudad que los ha recibido alegremente, casi cada día, desde hace nueve años.

Pero también hicieron algo más: brindaron un breve homenaje de cumpleaños –con los típicos Happy Birthday, torta y abrazos– a Jimmy Martillo, quien ese día cumplió 63 años de edad, y a quien aprovecharon para agradecer porque en el año 2012 comenzó a desarrollar la comunidad Ciclistas de la Calle.

Jimmy Martillo ha demostrado que se puede pedalear en la ciudad, según lo certifica un reconocimiento entregado el sábado 18 de septiembre por la Empresa Pública Municipal de Turismo de Guayaquil, lo cual es un premio a una trayectoria que bien podemos decir que comenzó cuando tenía 6 o 7 años. A esa edad por primera vez logró conducir una bicicleta que había alquilado en el poblado rural de Posorja, cerca a Playas, lugar en el cual solía residir con sus padres en ciertas temporadas debido a negocios familiares.

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Jimmy Martillo fue condecorado el sábado 18 de septiembre por Gloria Gallardo, presidenta de la Empresa Pública Municipal de Turismo. Los acompaña, a la izquierda, Cristian Sáenz de Viteri, gerente de Iguana Bike Tours. Foto: El Universo

“En esos tiempos no veías muchas bicicletas en Guayaquil, pero mis padres me compraron una que era algo grande. Así que era un problema poder subirme, pero iba resolviéndolo porque me gustaba”, recuerda este hombre que como profesión se dedica al comercio de diversos productos.

Vehículo de bienestar

Toda su niñez y adolescencia siguió viviéndola sobre dos ruedas, pedaleando en su barrio de la calle Chile y avenida Olmedo, además de la avenida 9 de Octubre, malecón, calle Las Peñas y cerro del Carmen, ya que con sus amigos subía hasta la zona donde hoy se asientan Ecuavisa y Teleamazonas, para bajar a toda velocidad en unas atrevidas maniobras de juventud. “No había muchos carros... la pasábamos muy divertido”.

Y a medida que crecía, cuando se volvió adulto, se dio cuenta de que la bicicleta también puede ser un vehículo que lleve salud. “Veía que la bicicleta puede mejorar el ambiente de la ciudad, hacer que los jóvenes se alejen de las drogas, del alcohol, y unir a las familias y amigos para que salgan a pasear en grupo”.

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A inicios de los años 90 ya era común que Jimmy convoque a sus amistades y conocidos para andar en bicicleta por el centro de la urbe porteña, como iniciativa que promovía la vida sana y la buena convivencia. Por ello ya tiene tres décadas manteniendo esa visión motivadora.

La agrupación Ciclistas de la Calle, fundada por Jimmy Martillo, suele reunirse en Tungurahua y 9 de Octubre, próximos a la plaza Rodolfo Baquerizo. Foto: Cortesía. Foto: El Universo

Pedalear para festejar

En una de esas convocatorias, que coincidió con su cumpleaños del año 2005, hubo un componente especial, ya que percibía que el interés por los ciclopaseos urbanos había crecido alrededor de él. “Mis propios amigos me dijeron que la mejora manera de celebrar era salir en la bicicleta”. Y allí, en medio de la celebración y el festejo, nació el nombre Ciclistas de la Calle.

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La conexión con ese vehículo lo motivó a seguir pedaleando cada semana, especialmente los domingos, pero sentía que podía hacerse mucho más. “Había que motivar más el uso de la bicicleta… Debía ser para todos, todos los días, en toda la ciudad, en el norte, en el sur, en el este y el oeste”.

La primera salida que buscaron que tenga un componente masivo fue un viernes de enero del 2012, en la esquina de Tungurahua y 9 de Octubre, en una noche lluviosa a la cual asistieron menos de diez personas, incluidas sus dos hijas y amigos. Al parecer, la lluvia había espantado a los deportistas. “Pero convocamos otra salida para el viernes siguiente. Usamos Facebook, mensajitos de texto y hasta volantes. Y para esa segunda salida la respuesta de las personas fue masiva. Llegó más de un centenar de personas con sus bicicletas deseosas de pedalear en grupo por las calles de la ciudad”.

El mensaje en salidas posteriores, promovidas desde la Intendencia de Policía, entidad que los auspició, fue “En lugar de libar, ven a pedalear”.

Así se afianzó Ciclistas de la Calle, recuerda Jimmy, quien es una inspiración para otros líderes ciclistas. “Jimmy fue el primero en hacer grandes convocatorias de ciclistas urbanos. La gente lo sigue. Y eso ha motivado a la formación de más de 40 grupos”, indica Luis Sánchez, líder del grupo Ecuador Aventura, registrado desde 1993 como ecociclístico. “Jimmy es uno de los grandes defensores de los derechos de los ciclistas en la ciudad. Y es el gran pionero de los paseos urbanos. Su entrega hacia esta actividad es total”, añade, aclarando que antes los grupos de ciclistas realizaban mayormente paseos turísticos, en carretera, pero que Jimmy fue de los primeros en motivar los recorridos dentro de Guayaquil.

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Así también coincide Ronald Game, líder de Ciclistas sin Fronteras, dedicados especialmente a ciclopaseos fuera de la ciudad. “Jimmy ha mantenido un trabajo esforzado y perseverante en el tiempo para impulsar los ciclopaseos en la ciudad, para lo cual ha dedicado buena parte de su vida”, señala. “Su condición de líder provoca que tenga muchos seguidores. Además, su pensamiento lúcido ha sido parte de iniciativas importantes”.

Todos ellos son parte de un esfuerzo permanente por promover el uso de la bicicleta con seguridad en los espacios públicos, propósito al cual Jimmy se mantiene a pesar de que ya no pedalea como antes, ya que desde hace cuatro años tiene una lesión en la rodilla derecha provocada por una caída (pero no en bicicleta).

Sin embargo, Jimmy mantiene una conexión constante con su grupo, quien mantiene las premisas de pedalear cada día bajo un lema. Lunes de tururú y novatos, Martes: damas del pedal o locos por la bicicleta, Miércoles de adrenalina, Jueves no te ajueves y ven con tu bicicleta a pedalear, San viernes, ven y tómate una bici bien helada. Domingo: pégate el mañanero en bici.

Así salen desde la esquina de la av. 9 de Octubre y Tungurahua, a eso de las 20:30 de lunes a viernes, y a las 07:20 los domingos. Pero el martes pasado fue especial, ya que en pleno cumpleaños 63, los miembros de su agrupación aprovecharon para festejar al hombre que hizo posible que disfruten cada día del pasatiempo que, además de ser feliz, es también saludable. (I)