La actual crisis económica que atraviesa el país, ahondada por la pandemia y el aumento del desempleo, ha empujado a más ecuatorianos a ver al reciclaje como una fuente de ingresos. Clara, de 48 años, empezó a recolectar botellas plásticas desde el año pasado, ya que su esposo fue despedido de su trabajo de guardia. Cuenta que a más de las botellas que su familia consume, le ha pedido a familiares y amigos que le faciliten estos envases.