Este es el caso del conocido taco Fischer, un anclaje de fijación para la pared fabricado con tecnología alemana y mano de obra ecuatoriana, desde hace 46 años por Productora Industrial Técnica S.A. (Printecsa) en Guayaquil.

El 100% del polipropileno, un polímero con alta estabilidad térmica que permite operar durante mucho tiempo a temperatura de 100 °C, requerido para su producción se obtiene de material de reciclaje que luego vuelve a la empresa para ser transformado en nuevos productos.

En el sector de la construcción existen productos que durante años ya han cumplido con su ciclo de economía circular, es decir que luego de su vida útil retornan como materia prima para la fabricación de nuevos productos.

En el proceso, la empresa trabaja con recicladores de zonas vulnerables de Guayaquil cuyas plantillas no superan las cinco personas por reciclador, y que a la semana entregan a Printecsa alrededor de 2,5 toneladas de polipropileno ya triturado en sacas y que en ocasiones requiere una mayor trituración o corte para su aprovechamiento.

Recientemente Printecsa, colaboró en un trabajo de investigación académica en la UCG con el fin de identificar a los ODS que podría contribuir, en este caso el ODS 12 (Producción y consumo responsable) y reconoció que esta actividad no es conocida por sus grupos de interés, específicamente los clientes del sector

de la construcción, que cada vez buscan materiales sostenibles para sus obras.

El taco Fischer proviene de material 100% reciclable.