Hace 18 meses mi hijo de 26 años se casó muy enamorado. Ahora dice que no ama a su esposa, pero que sí la quiere (no hay otra mujer). Le dije que busque ayuda de un profesional para que tome una decisión, que seguro el amor está en un rinconcito escondido, que por algún resentimiento piensa que no la ama. Mi nuera es muy muy ordenada y tal vez se le pasó la mano al recriminarle. Los dos son profesionales, trabajan, no tienen hijos. Amo a mi nuera y me tiene intranquila esta situación, no quisiera ver a mi hijo divorciado. Ayúdeme, por favor.
Flor
Apreciada Flor, como padres, es normal que nos preocupen los problemas por los que atraviesan nuestros hijos y quisiéramos evitarles dolor y que tomen decisiones responsables y correctas, a fin de que estas los afecte significativamente en sus vidas.
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Nuestro deber como padres de hijos adultos, como es el caso de su hijo, es acompañarlos y darles nuestros consejos de lo que consideramos es lo mejor para ellos, si ellos nos lo permiten.
Sin embargo, no estamos en condiciones ni es conveniente involucrarnos más allá, al fin de cuentas, son ellos quienes deben tomar sus decisiones y asumir las consecuencias.
Lo importante es que usted ha escuchado a su hijo, sin duda no le ha relatado toda la historia, pues detrás de una decisión tan radical y a corto tiempo de un reciente matrimonio al cual usted menciona “llegó enamorado”, sin duda existen razones más de peso que él no quiere compartir con usted y está bien si él así lo ha decidido.
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Podría escuchar la versión de su nuera para estar más tranquila si es una decisión en conjunto o unilateral, y sí, efectivamente, en cualquiera de los casos la mejor opción sería que ellos busquen una ayuda profesional para estar seguros de si la decisión que van a tomar es lo mejor para los dos o si puede resolverse aquello que está afectándolos. Más allá de eso, usted solo puede confiar, esperar y estar allí para ellos.