A fines del año pasado había ahorrado para comprarme el PlayStation y en enero mi madre me dijo que no me preocupe, que ella iba a comprármelo. Mis notas no eran tan prometedoras, pero ella siguió con la propuesta. Ya me había gastado el dinero, y mi madre me dice que ya no me lo puede comprar debido a mis notas, y a la falta de dinero por sus deudas. Me puse tan loco y bravo con mis padres, discutimos todos los días. Hubiera seguido ahorrando para comprarme el PS5 si mi madre no me hubiera dicho nada. Solo me faltaba la mitad. Necesito un consejo, qué debo hacer.

M. A.

No sé cuántos años tienes, pero entiendo que estás atravesando la adolescencia. Quiero que sepas que preguntarte luego de tu enojo con tus padres ¿qué es lo que debes hacer?, es excelente y nos indica que hay un vínculo familiar valioso para ti y que te interesa conservar una buena relación logrando que entiendan lo que sentiste.

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Te dejo un dato importante para que valores tu acción y la que han tenido tus padres.

Aunque lograr un vínculo de “apego seguro” con los padres es lo que todos quisiéramos, no siempre sucede así. Los padres suelen caer en dos tipos de acciones que rompen la formación de esta seguridad: una de ellas es la distancia y la agresión, dejando de reconocer las necesidades de los hijos (las tuyas, en este caso), lo que genera lo que llamamos “apego inseguro”, y que determinará al crecer una manera distante y temerosa de relacionarte con el medio.

Otra manera equivocada es la sobreprotección, que genera en los hijos la idea de indefensión frente al mundo, porque son hijos que siempre sintieron que sus padres solucionaban todo porque ellos no podían hacerlo solos.

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Al parecer tus padres han generado seguridad construyendo lo que llamamos “apego seguro”, y que está manifiesto en algunas acciones de las que comentas, como por ejemplo: en la enseñanza de que debes ahorrar para lograr por ti mismo adquirir algo que deseas, en la enseñanza de que las acciones traen consecuencias (como el que no tener buenas calificaciones te priva de elementos distractores como el PS5) y en la enseñanza de que ellos mismos cometen errores de los que aprenden (como el haberte dicho en algún momento que no importaban tus calificaciones y que igual ibas a tener la PS5).

Aunque no lo creas así hoy, porque estás enojado, no todos los padres logran esto sin dejar de tener un buen vínculo con sus hijos.

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Por lo que te sugiero que hagas lo siguiente:

  1. Que tomes consciencia de que es normal que te hayas enojado por este problema y que reconozcas lo que ese enojo te llevó a hacer. Escríbelo como una lista, eso siempre ayuda a tener una mejor visualización del problema.
  2. Que una vez que logres ya estar tranquilo, te acerques a conversar con tus padres. Hazles saber el porqué de tu malestar y hazles saber que comprendes que tu principal responsabilidad este momento es estudiar, pero que te sentiste frustrado por el ofrecimiento que hicieron y no cumplieron.
  3. Toma en cuenta también otro dato importante que es parte de la respuesta de tus padres: el tema de las deudas que mencionas.

Para los adultos la carga económica representa una problemática que muchas veces genera altos niveles de estrés, más aún cuando la situación interfiere en lo que se desea ofrecer a los hijos y no se puede. Conversa de esto con ellos también, es importante que sepas en qué puedes aportar a la familia y que sepas cuál es la realidad con la que puedes colaborar.

  1. Observa qué está sucediendo con tus estudios, por qué ha dejado de ser una responsabilidad obtener buenos resultados y busca soluciones con o sin ayuda de tus padres, debes estar atento a observar si puedes solo.
  2. Pon límites al tema de los videojuegos tomando consciencia de que puede generar adicciones de las que no nos damos cuenta. En países orientales el tema ya está censurado por el Estado por los problemas que está teniendo en la adolescencia.

La clave de todo lo que necesitas para resolver lo que ha pasado es toma de conciencia y comunicación. Creo que tienes la mirada de tus padres atenta a lo que necesitas, así que ¡manos a la obra!, seguro te escucharán.

Kathalina Urquizo, psicóloga clínica, educadora en disciplina positiva.

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IG: @soykathaurquizo