En el cantón Colta, provincia de Chimborazo, está el Centro Comunitario Ñukata Kuyay, en el que se ha priorizado una enseñanza compuesta de disciplinas lúdicas y artísticas. A través de la música, pintura, lectura comprensiva y matemáticas han potencializado sus habilidades intelectuales.

Desde 2018, en que inició sus operaciones, Ñukata Kuyay ha beneficiado a 1.275 niños y durante 2022 ha impartido más de 1.700 horas de capacitación en dibujo y pintura, danza, música, matemáticas y estimulación temprana. Durante la emergencia sanitaria, el centro permitió a los niños el acceso a la educación virtual con el servicio gratuito de internet y la disponibilidad de computadoras.

Las metodologías preferidas durante estos cuatro años han sido la gamificación, que traslada la mecánica de los juegos al ámbito educativo para conseguir mejores resultados, y el método Singapur, que aborda las matemáticas con el alumno como protagonista y solucionador de problemas a través de objetos concretos, para de ahí avanzar al aprendizaje abstracto.

Publicidad

Clases de ajedrez en el centro Ñukata Kuyay (‘Quiéreme’, en quichua), en Colta, provincia de Chimborazo. Foto: Cortesía

Las hermanas Jennifer y Mishell Ortiz, alumnas del curso de dibujo y pintura de Ñukata Kuyay, se han animado a participar en certámenes nacionales e internacionales. Jennifer obtuvo un cupo para participar en el Decimotercer festival de las artes a nivel mundial en 2019 con su obra titulada Cajabamba al mundo sin contaminación. Este evento fue organizado por el Heraldo Estado de México y la Fundación Rojo Elizondo, en la ciudad de Toluca, y contó con la participación de 45.000 niños de todo el mundo. Jennifer quedó entre los 100 primeros lugares.

Por su parte, Mishell participó en el concurso Sultana de los Andes, organizado por el Club de Leones, sede Riobamba, y obtuvo el segundo lugar a nivel nacional y primero a nivel provincial.

Dieciséis niños del curso “Nivelación académica 2″ alcanzaron el segundo lugar en el Torneo de Ajedrez desarrollado en la ciudad de Guamote el pasado 2 de marzo, frente a los niños de la escuela Fe y Alegría.

Publicidad

Veinte estudiantes del curso de música conforman el coro musical del centro y han comenzado a presentarse en eventos de diferentes instituciones locales.

¿Cómo es el promedio de calificaciones escolares de los niños de Ñukata Kuyay? Muy bueno (8,36/10). Bélgica Morocho tiene un promedio sobresaliente (10/10) en todas las materias.

Publicidad

Este centro, creado como parte del modelo de gestión sostenible de Moderna Alimentos, tiene como principal objetivo fortalecer el intelecto y carácter de los niños para transformar su futuro, en una zona en la que ocho de cada diez hogares con niños han visto reducidos sus ingresos y están experimentando mayor dificultad en su economía, salud, educación y acceso a derechos básicos, de acuerdo con Unicef.

Mariela Gómez, directora de Asuntos Corporativos de Moderna Alimentos, explica la dinámica que se maneja en el lugar. “Utilizamos dos métodos con principios pedagógicos. Singapur, por un lado, permite reforzar los conocimientos de matemáticas de una manera más visual y tangible. A través de instrumentos como legos, piezas de rompecabezas u otros artículos didácticos logramos que los niños encuentren la solución a un determinado problema”.

Niños de Cajabamba (cantón Colta) que asisten al centro comunitario Ñukata Kuyay para recibir refuerzo escolar a través de técnicas tomadas de la gamificación y el método Singapur. Foto: Cortesía

Por otra parte, continúa Gómez, se emplea la gamificación. “Con diferentes actividades lúdicas, las niñas y niños aprenden a razonar de mejor manera y a desarrollar su creatividad. Así, por ejemplo, al jugar al bingo o a la tienda, se fomenta una mejor comprensión de las matemáticas”.

Otras actividades apuntan al ámbito artístico. La música, danza, dibujo y pintura trabajan profundamente las habilidades blandas de los niños, elevan su autoestima “y cultivan virtudes como la paciencia, la responsabilidad y la perseverancia, además de impulsar en ellos una visión de proyecto de vida”.

Publicidad

El Centro Comunitario Ñukata Kuyay, dice Gómez, “es el único lugar en la zona en el que los niños y jóvenes pueden acceder a este tipo de actividades. Sin el acceso a este espacio”, asegura, “tendrían que viajar a la ciudad más cercana que está a 25 minutos de Colta”.

Todas las actividades están dirigidas por profesionales calificados para enseñar, pero también para detectar posibles dificultades del aprendizaje. “Hemos identificado a niños con rezago escolar de hasta dos años; además, seis de cada diez niños no tienen comprensión lectora”, esas son algunas de las conclusiones a las que se llega hasta este año. “De igual manera, el acceso a las herramientas tecnológicas es limitado, pero a través del centro pueden acceder a este beneficio”.

En cuanto a la vinculación con la comunidad, Gómez menciona que algunos de los colaboradores de Moderna Alimentos de la planta de Cajabamba son voluntarios en el centro y brindan asistencia a los niños y jóvenes a través de voluntariado profesional en disciplinas artísticas, formación de valores y tecnología.

“Una vez al año se organizan las jornadas de robótica, en las que los profesionales de la compañía enseñan a los niños a programar y diseñar diferentes robots. De esta manera se vincula a los empleados con los niños”. Más adelante se proyecta incorporar a personas locales como maestros o ayudantes.

El mayor beneficio que el Centro Comunitario Ñukata Kuyay brinda a los jóvenes, al parecer de Mariela Gómez, es la posibilidad de lograr cambios permanentes y sostenibles para su vida. “Vale la pena recalcar que en esta zona existe un alto nivel de deserción escolar, sobre todo en la etapa del colegio (secundaria). Muchos jóvenes que asisten al centro no llegan a culminar su bachillerato y se ven forzados a encontrar un trabajo, en la mayoría de los casos, informal”. Además, no manejan un lenguaje adecuado a su edad, tienen una limitada capacidad de relacionamiento y conocimiento de operaciones matemáticas básicas. “Por consiguiente, al darles estas herramientas de aprendizaje se aporta a que su probabilidad de éxito en la vida sea mayor”.

El tema del proyecto de vida es una de las fortalezas de Ñukata Kuyay, pues impulsa a los alumnos a salir de las condiciones de pobreza y aspirar a un mejor futuro. Finalmente, añade Gómez, los niños y jóvenes que asisten a este lugar tienen la oportunidad de convertirse en referentes de cambio e inspiración para el resto de su comunidad. “Por ejemplo, hemos sido testigos de niños que hoy tienen 15 años y se han convertido en jóvenes que involucran a otros niños en el centro comunitario, y han sido reconocidos en concursos internacionales de pintura, matemática y ajedrez, lo que inspira a los demás a mantenerse en este camino”. (I)